En el ámbito deportivo de la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha (FBCLM), se ha producido un cambio significativo en su estructura organizativa. Emilio Pérez Pizarro, quien había ocupado el cargo de líder del Comité Técnico Arbitral (CTA), ha decidido renunciar a su posición. Esta renuncia marca un punto de inflexión en la dirección y administración arbitral de la federación, abriendo paso a nuevas perspectivas y enfoques dentro del baloncesto regional.
El sucesor de Pérez Pizarro en el CTA no es otro que Fernando Ibáñez, una figura bien conocida dentro de la comunidad del baloncesto de Castilla-La Mancha. Ibáñez asume el rol con el propósito de continuar y amplificar el trabajo realizado por su antecesor. Su estreno al frente del CTA coincidirá con el inicio de las competiciones, un momento crucial para establecer el tono de su gestión y demostrar su capacidad para liderar en este nuevo entorno.
La comunidad del baloncesto regional observa este cambio con expectativas elevadas, anticipando las iniciativas que Ibáñez podrá implementar para mejorar el arbitraje en la federación. Su trayectoria previa sugiere un enfoque dinámico y una dedicación al avance del baloncesto en Castilla-La Mancha. Así, tanto los equipos como los aficionados esperan ansiosamente el impacto de esta transición en la calidad y el espíritu competitivo de las futuras competiciones.