La Feria Nacional del Vino (Fenavin), evento líder en el sector vitivinícola español, celebrará su próxima edición del 6 al 8 de mayo de 2025, con sede en Ciudad Real. La feria, que se proyecta para mejorar tanto en indicadores cualitativos como en beneficios para la economía regional, ya está pensando en transformaciones significativas para el año 2027.
Durante una rueda de prensa reciente, Miguel Ángel Valverde, presidente de la Diputación de Ciudad Real, informó que se está contemplando tanto un cambio en el calendario como en la modalidad de gestión para la edición de 2027 de Fenavin. Estas modificaciones tendrían como fin adaptarse a la evolución del mercado y a los retos emergentes, con la intención de mantener y fortalecer la posición preeminente de Fenavin en el ámbito internacional.
Valverde hizo énfasis en la necesidad de reflexionar sobre la configuración organizativa actual, la cual depende de un modelo de gestión único con la Diputación de Ciudad Real al mando y un funcionario en la dirección de la feria. Frente a eventos similares que disponen de estructuras más grandes, involucrando a veces hasta 300 personas, la Feria Nacional del Vino podría contemplar una estructura de gestión más estable y permanente que involucre a actores como los productores vitivinícolas y la Cámara de Comercio de Ciudad Real.
Para la inminente edición de 2025, Fenavin cuenta con un robusto presupuesto de 3,2 millones de euros. Más de 1.900 bodegas y cooperativas, 5.600 expositores, 14.000 compradores nacionales, y 4.300 compradores internacionales se congregaran en el evento que ocupará más de 30.000 metros cuadrados del Pabellón Ferial de Ciudad Real.
El presidente de la Diputación de Ciudad Real también ha dado a conocer estrategias de marketing relacionadas con la «marca Quijote». La iniciativa se enfocará en crear sinergias entre Fenavin y este símbolo de alcance mundial con el fin de potenciar aún más la visibilidad de los excepcionales productos agroalimentarios de la región.
Esta estrategia de promoción no busca una fusión de identidades, sino más bien capitalizar la notoriedad de la figura de Don Quijote para ampliar el alcance y reconocimiento de los productos ofrecidos en la feria y así fortalecer la economía local ligada al sector vitivinícola de Ciudad Real.
