El popular programa de televisión «El hormiguero» se convirtió en escenario de un acalorado debate sobre el controvertido caso Salazar. Durante su emisión del pasado martes, los tertulianos abordaron las recientes declaraciones de Pedro Sánchez en relación con el presunto acoso sexual protagonizado por Paco Salazar, exmilitante socialista y colaborador del Gobierno. La conversación se centró en la gestión que el actual presidente del Gobierno ha realizado de esta delicada situación, que ha reinado en la actualidad social y política en España en las últimas semanas.
Pablo Motos, el presentador del programa, fue contundente al cuestionar la autenticidad del compromiso de Sánchez con la verdad. «¿Qué quiere decir que va a asumir en primera persona la responsabilidad? […] Si asumes la responsabilidad, la asumes y si no, eres un farsante», declaró Motos, reflejando así una frustración que parece resonar con el sentimiento de muchos espectadores que aún luchan por entender la situación.
Juan del Val, uno de los colaboradores más agudos del programa, no se contuvo en sus críticas hacia el líder socialista. Para Del Val, las palabras de Sánchez no eran más que un gesto vacío de «condescendencia», sugiriendo que, en lugar de abordar el problema con la seriedad que la ocasión requiere, ha optado por un discurso superficial. Según el tertuliano, el silencio mantenido por el partido durante meses sólo ha contribuido a proteger al verdadero acosador, quien tiene vínculos directos con Sánchez.
El debate se intensificó cuando Del Val señaló que las palabras del presidente sobre el feminismo son, en su opinión, una mera fachada. «El feminismo, que ha dicho hoy que le enseña muchas cosas, le importa un carajo», sentenció. Su crítica se dirigió hacia la aparente hipocresía del entorno del presidente, sugiriendo que muchos en el PSOE utilizan la defensa de los derechos de las mujeres únicamente como herramienta electoral. En este sentido, Del Val ironizó sobre la imagen de un partido y un líder que parecen más preocupados por su imagen que por una verdadera transformación social.
Las intervenciones en el programa arrojaron luz sobre las tensiones y contradicciones que envuelven esta crisis. El referirse a un «gobierno feminista» tuvo un eco irónico, ya que Del Val resaltó que, a pesar de tener a varias mujeres en puestos ministeriales, los hombres que rodean al presidente son los que más han influido en la toma de decisiones. Con ejemplos claros de figuras como José Luis Ábalos y Santos Cerdán, el colaborador subrayó la falta de representación genuina en el liderazgo del PSOE.
«Es un partido feminista, seguramente, y un líder feminista, seguramente… ¡Es todo pose!», expresó, cerrando así un segmento que dejó claro que las repercusiones del caso Salazar no solo afectan a las personas directamente involucradas, sino que también destapan fallas estructurales en la política española actual y la percepción pública sobre el compromiso del Gobierno con la igualdad de género. En un momento en que las conversaciones sobre el feminismo y el acoso sexual están más presentes que nunca en la sociedad, la respuesta del ejecutivo se encuentra bajo un escrutinio intenso, tanto en los platós de televisión como en las calles.















