La consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, ha felicitado hoy a todas y todos los toledanos y a todas y todos los castellanomanchegos “por poder volver a reencontrarse, de forma presencial, con sus romerías y tradiciones que están muy arraigadas”.
Rodríguez se ha pronunciado así tras asistir, junto con el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, en representación del Gobierno regional, a los actos de celebración de la ‘Virgen del Valle’ de la capital regional.
Para la consejera, que ha señalado que “hoy es un día de alegría’, Castilla-La Mancha es una región rica en tradiciones “y las tradiciones forman parte de nuestra cultura y de nuestra identidad”.
Por eso, ha añadido, “desde el Gobierno de Emiliano García-Page, hemos tenido claro, desde el primer momento, que teníamos que impulsar y acompañar este tipo de manifestaciones porque además nuestro pasado es el gran baluarte de nuestro futuro y es sobre el que se asienta nuestra realidad cultural”.
Igualmente, la titular de Educación, Cultura y Deportes ha vuelto a reiterar la apuesta del Ejecutivo castellanomanchego por hacer de la Cultura “un hecho participativo, democrático y accesible a todo el mundo”.
Y todo este tipo de festividades populares, ha añadido, en las que participan varias generaciones y personas de toda condición social y en las que se mezclan tanto devoción religiosa como tradición “deben ser apoyadas de manera constante por el Gobierno regional”.
La celebración de la ‘Virgen del Valle’ congrega a miles de ciudadanos de la capital regional y de otros puntos de la provincia, del país e, incluso, de fuera de nuestras fronteras. Es la más multitudinaria de la ciudad y una de las que más gente atrae de la provincia.
Esta fiesta comenzó celebrándose el primero de agosto, pero por razones climáticas debido al excesivo calor, se cambió al primero de mayo. Durante la celebración, la Virgen es paseada por los cerros a la entrada de Toledo. La ermita de la Virgen del Valle fue edificada en el año 1674, aunque se piensa que el primer edificio levantado y dedicado al culto cristiano se remonta al año 610.