En el juicio que se lleva a cabo en Toledo por la muerte de T.I.T., asesinada presuntamente a manos de su exmarido J.C.R.F. en abril de 2022 en Almonacid de Toledo, emergen relatos contundentes. La hija de la víctima, R.D., junto con la hermana de esta, han destacado que T.I.T. deseaba abandonar el pueblo y empezar una vida nueva en Madrid, una intención que había compartido con su hija a través de WhatsApp.
La segunda sesión del juicio, celebrada este martes con un jurado popular, ha contado con testimonios que corroboran las aspiraciones de la víctima de mudarse. La hermana de la víctima ha revelado que T.I.T. ya no quería estar con el acusado, y que, con sus hijos siendo ya mayores, quería encontrar la felicidad.
Durante el juicio, varios testigos, incluyendo a la mujer del hermano del acusado y dos compañeros de trabajo de T.I.T., han afirmado que ella tenía planes de trasladarse temporalmente a Madrid. Cabe mencionar que uno de los compañeros confirmó mantener una relación sentimental con la víctima, hecho que sorprendió al acusado durante la primera sesión del juicio al declarar que se estaba enterando «ahora» de dicha relación.
Este compañero ha reconocido el vínculo amoroso y ha mencionado que su esposa descubrió la relación tras ver un mensaje en su teléfono móvil. Además, relató que el acusado le había llamado y estaba consciente de la convivencia de la pareja, aunque sabía que no tenían una relación de pareja como tal. Subrayó que T.I.T. deseaba mudarse a Madrid, aunque sentía «miedo» de su exmarido.
El día del suceso, la hermana de T.I.T. recibió una llamada del acusado, informando fríamente sobre la muerte de su hermana. Por otro lado, una compañera de trabajo de la víctima en el restaurante donde laboraba, ha contado que T.I.T. acudió ese día para conocer los horarios de autobuses a Madrid, y más tarde, el acusado apareció buscándola. La víctima pidió a su compañera que le mintiera diciendo que ya se dirigía hacia su casa.
Con respecto a la relación de T.I.T. con su pareja, otros hijos de la pareja, R.D. y J.C., han expresado desconocimiento de que sus padres tenían planeado visitarlos el 4 de abril, en contraste con lo defendido por el acusado. También coincidieron en que su padre les comunicó el fallecimiento de su madre por teléfono y describieron las dinámicas familiares como «raras» y «problemáticas».
La cuñada de la pareja, quien también trabajaba con la víctima, ha contribuido que el día del incidente, la víctima tenía el día libre y había planeado ir con su hija a Madrid por un tiempo. Mientras que el hermano del acusado ha decidido no prestar declaración.
Otros testigos han aportado detalles adicionales, como el sobrino de la pareja, quien vio a la víctima con una maleta el día de los hechos y el encargado del restaurante que confirmó que la víctima había pensado en dejar el trabajo. Asimismo, el jefe del acusado ha testimoniado que este no se presentó a trabajar alegando la enfermedad de su hijo menor y luego comunicó la hospitalización de su esposa.
Un agricultor y un segundo testigo describieron haber visto al vehículo implicado en el crimen, reportando a una persona en el asiento del copiloto, con actitudes que sugerían una situación inusual. Además, un bombero observó una postura poco común del asiento reclinable en el interior del coche.
El juicio continúa, desgranando una serie de evidencias y testimonios que podrían ser cruciales para esclarecer lo ocurrido en este lamentable suceso.
