Ian Watkins, el ex vocalista de la banda británica Lost Prophets, ha fallecido tras ser apuñalado en la prisión de Wakefield, donde cumplía una condena de 29 años por delitos de pedofilia. A pesar de que recibió atención médica inmediata, las heridas que sufrió resultaron fatales. Este lamentable episodio ha revivido la atención mediática sobre su controvertida vida y los gravísimos crímenes de los que era culpable.
Las autoridades penitenciarias han confirmado que dos hombres, de 25 y 43 años, han sido arrestados y se encuentran bajo custodia, sospechosos de estar involucrados en el ataque. Este no es el primer incidente violento que experimenta Watkins en prisión; en 2023, ya había sido apuñalado por otros tres reclusos, lo que llevó a su traslado al hospital. La violencia que rodeó su encarcelamiento refleja la severidad de los delitos que cometió y la intensa repulsión que su figura genera.
Watkins fue detenido en 2012 tras una operación policial relacionada con drogas, donde se descubrieron evidencias de su conducta delictiva. Admitió múltiples delitos sexuales, incluyendo intentos de violación, que conmocionaron al público. Su muerte se suma a una serie de eventos trágicos que envuelven su vida, marcando un final oscuro para un personaje que alguna vez fue considerado una estrella del rock.
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