Celeste Caeiro, la figura emblemática que con un gesto sencillo pero profundamente simbólico dio nombre y rostro a la Revolución de los Claveles en Portugal, ha fallecido a los 91 años. La noticia fue confirmada por su nieta Carol, quien se hizo eco del deceso de su abuela a través de las redes sociales este viernes. El fallecimiento de Caeiro ocurre en un año particularmente significativo, marcando el 50 aniversario de la emblemática revuelta que desembocó en la caída de la dictadura portuguesa.
Nacida de madre española, Caeiro desempeñaba labores en el ropero del restaurante Sifire, situado en el corazón de Lisboa, cuando tuvo lugar el levantamiento militar el 25 de abril de 1974. Según relataba en una entrevista concedida en 2014, aquel día se presentó a su lugar de trabajo para encontrarse con que el restaurante había decidido no abrir ante los eventos que se estaban desarrollando en la capital. Aquella mañana había sido destinada para celebrar el primer aniversario del establecimiento, para lo cual se habían adquirido flores como parte de las festividades.
Instada por sus empleadores a llevarse las flores para evitar que se malograsen, Caeiro decidió tomar varios claveles rojos y blancos, símbolos que pronto se convertirían en mucho más que un mero adorno floral. Con los claveles en mano, se dirigió hacia la plaza del Rossio, llegando hasta el Largo do Carmo donde los tanques y los soldados aguardaban, presagiando la inminente caída del régimen dictatorial.
El encuentro de Caeiro con un soldado a quien ofreció un clavel, en reemplazo del cigarrillo que no podía brindarle, se convertiría en una anécdota contada y recontada como el inicio simbólico de la revolución. Ese intercambio, donde un soldado aceptó el clavel y lo insertó en el cañón de su fusil, fue seguido por el resto de sus compañeros en un acto que simbolizaba la renuncia a la violencia.
Ella misma, militante del Partido Comunista, no imaginó que aquel gesto la elevaría a la categoría de icono histórico. En las horas y días que siguieron, los claveles se multiplicaron en las manos de los ciudadanos y en los fusiles de los soldados, simbolizando la esperanza de un nuevo comienzo para Portugal sin la necesidad de derramamiento de sangre.
La muerte de Celeste Caeiro no solo representa la pérdida de una mujer valiente que se encontró, quizás sin pretenderlo, en el epicentro de un cambio histórico; también simboliza el recuerdo de un momento donde la humanidad y la demanda por la libertad se expresaron a través de la belleza de una flor. En este 50 aniversario de la Revolución de los Claveles, Portugal recuerda y honra no solo a una mujer que con sus claveles escribió un capítulo vital en su historia, sino también el poder transformador de los gestos de paz en tiempos de turbulencia.
