En el juicio con jurado que se lleva a cabo en la Audiencia Provincial de Toledo, los forenses han confirmado su informe de imputabilidad sobre D.F.S., el hombre acusado de matar a su vecina de 84 años durante un robo en mayo de 2020. Según los expertos, el acusado sabía lo que hacía y no presentaba merma en su capacidad cognitiva ni volitiva en el momento de los hechos.
La Fiscalía pide 30 años de cárcel para D.F.S. por asesinato y robo con violencia, mientras que la Acusación Particular solicita la Prisión Permanente Revisable. El acusado se mostró nervioso en el segundo día de juicio.
Los informes forenses indican que no hay datos objetivos que demuestren que el acusado consumió drogas o alcohol antes del crimen, aunque hay un consumo crónico de sustancias. Además, se constata que el acusado causó un total de 34 heridas con un destornillador en la cabeza de la víctima, incluyendo el cráneo, la nariz y la mejilla.
La muerte de la anciana se produjo por asfixia debido a una compresión del cuello con las manos, considerado como estrangulamiento. El acusado admite haber entrado a robar, pero afirma no recordar lo que pasó cuando la víctima dejó de respirar.
Durante el juicio, la defensa argumentó que el acusado estaba bajo la influencia de las drogas en el momento del crimen y que se encuentra en tratamiento de desintoxicación en prisión.
