En la última edición del programa «La Sexta Xplica», emitido el sábado 6 de julio, se generó un intenso debate sobre el fenómeno de los creadores de contenido en redes sociales enfocados en el desarrollo personal y el emprendimiento. Estos «influencers», según las palabras del conductor José Yélamo, prometen a sus seguidores un éxito financiero rápido y sin esfuerzo, lo cual ha suscitado una ola de críticas entre diversos sectores.

Durante el programa, se destacó el escepticismo de varios expertos hacia estos gurús digitales. El psicólogo forense David Torralba los describió como «vendehúmos» y el sociólogo Rafa López los comparó con una secta, señalando la peligrosa devoción que generan entre sus seguidores. Entre los influencers citados, se mencionaron a Llados, Sergio Rodríguez y Pedro Buerbaum, quienes han conseguido una notable relevancia en este ámbito.

Afra Blanco, sindicalista y crítica acérrima de estos personajes, fue contundente al calificarlos de estafadores que deberían ser perseguidos por la ley. Su intervención puso énfasis en la necesidad de tomar en serio el impacto de estos discursos que, aunque puedan parecer ridículos, tienen un alcance significativo entre los jóvenes.

No obstante, hubo voces disidentes como la del empresario Jorge Branger, quien defendió a Pedro Buerbaum alegando su aporte al ecosistema empresarial y emprendedor del país. A esta defensa se sumó Alexis Amaya, CEO de Dormitorium, quien sugirió un enfoque más matizado al reconocer tanto aspectos positivos como negativos en estas figuras.

El cierre del programa estuvo a cargo del doctor en Finanzas, Luis Garvía, quien apuntó que el atractivo de estos «vendehúmos» radica en un contexto de desequilibrio socioeconómico. Garvía abogó por la promoción del emprendimiento desde una perspectiva pública, como medio para contrarrestar dicha situación.

La discusión generada en «La Sexta Xplica» resalta la complejidad y la división de opiniones acerca de los influencers de desarrollo personal y emprendimiento. Mientras algunos los ven como estafadores que prometen sueños irrealizables, otros destacan su contribución al fomento de una cultura empresarial. Lo cierto es que este fenómeno continúa creciendo, capturando la atención de jóvenes y no tan jóvenes en búsqueda de un cambio en sus vidas.

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