La revisión de derechos como la intimidad y la propia imagen ha cobrado relevancia en una jornada reciente organizada en la Facultad de Ciencias Sociales de Cuenca, centrada en la figura de Taylor Swift. En este espacio, se analizó cómo las implicaciones legales pueden afectar a las megaestrellas contemporáneas.
Fernando Garrido Polonio, abogado y profesor de Derecho, fue el encargado de exponer su perspectiva sobre el derecho a la propia imagen, señalando que la legislación relacionada está «bastante obsoleta y precisa una renovación absoluta». Garrido argumentó que estos derechos «están siendo permanentemente infringidos», subrayando que «la dignidad de las personas es una de las cuestiones que más ataques sufre» en el entorno actual.
El ponente enfatizó la problemática inherente a la imagen digital y las grabaciones consentidas, cuyos efectos suelen interrelacionarse con los derechos a la intimidad y al honor. «La invasión de uno lleva a la de los demás», agregó Garrido, quien también mencionó los nuevos retos que presenta la inteligencia artificial al alterar imágenes y voces, facilitando la creación de noticias falsas.
Señaló que es necesario que los legisladores reconozcan la urgencia de regular no solo en relación a figuras públicas, sino también a cualquier persona cuyos derechos puedan verse vulnerados por imágenes tomadas y difundidas sin el debido respeto. Garrido hizo hincapié en que, aunque una persona sea famosa, sigue teniendo derecho a la intimidad, la propia imagen y el honor.
Comparando la situación de los personajes públicos, como los jueces, con la de celebridades, Garrido destacó que existe una mayor tendencia a proteger los derechos de los funcionarios públicos en comparación con los famosos, aunque ambos grupos deberían gozar de igual protección.
Junto a él, la abogada Blanca Villesma, especialista en Derecho Penal y Penitenciario, también participó en la jornada. Villesma es conocida por haber defendido a Olvido Hormigos, quien alcanzó la notoriedad tras la difusión de un vídeo sexual en 2012. La abogada compartió su experiencia tras la reforma de los derechos a la intimidad realizada en 2015, aludiendo al impacto que la fama puede tener en un abogado, como le ocurrió con su clienta Hormigos, quien recibió una avalancha de atención mediática debido a las redes sociales.
Villesma advirtió que «el derecho a la intimidad es un derecho constitucional, independientemente de que la persona sea famosa o no», y destacó que aún queda mucho por avanzar en este ámbito.
Entre los temas discutidos también se incluyeron cuestiones como la cláusula ‘AntiTaylor’ de no regrabación impuesta por las discográficas, el impacto ambiental del uso de jets privados por artistas y su capacidad de influir en la juventud, como motivar a los jóvenes a registrarse para votar.
La jornada fue impulsada por las profesoras María Pilar Molero, María Nieves Pacheco y Lorena Sales, y forma parte de un proyecto de investigación más amplio que busca mostrar la enseñanza interdisciplinar en el campo del derecho a través de casos mediáticos, que suelen despertar mayor interés entre los más jóvenes. La iniciativa ya abordó otros temas, como la canción de Shakira y la colaboración con Bizarrap, así como la gestación por sustitución en el caso de Ana Obregón.
