En un movimiento que pretende revitalizar la industria forestal de Estados Unidos, el presidente ha emitido una orden ejecutiva que pone en marcha la expansión inmediata de la producción de madera en el país. La medida se justifica por la necesidad de aprovechar los abundantes recursos de madera que posee la nación, los cuales, según se argumenta, han sido subutilizados debido a políticas federales restrictivas que han generado dependencia de productores extranjeros.
La producción de madera, que incluye la fabricación de productos como papel y bioenergía, se destaca como fundamental para actividades esenciales como la construcción y la producción de energía. Además, se enfatiza que una gestión adecuada de los bosques y proyectos de reducción del riesgo de incendios forestales tienen el potencial de salvar vidas y proteger comunidades, como lo evidencian recientes desastres naturales.
El orden ejecutivo establece un conjunto de directrices dirigidas a los Secretarios de Interior y Agricultura para facilitar estas metas. Dentro de un plazo de 30 días, ambos secretarios deberán actualizar la normativa existente con herramientas que promuevan la producción maderera y la gestión sostenible de los bosques. Este esfuerzo incluye la consideración de acuerdos con tribus indígenas y el uso de la Autoridad de Buen Vecino, que permite cierta flexibilidad en la gestión de tierras federales.
Además, se estipula que en un periodo de 60 días se debe desarrollar una estrategia para mejorar la velocidad de aprobación de proyectos forestales, bajo el marco de la Ley de Especies en Peligro. A largo plazo, se busca establecer un objetivo concreto para la cantidad de madera que se ofrecerá anualmente para la venta a partir de terrenos federales en los próximos cuatro años.
La orden también impulsa un enfoque en la agilización de los procesos de permisos, exigiendo que todos los organismos relevantes eliminen retrasos irrazonables y revisen normas que puedan obstaculizar la producción de madera. Como parte de este esfuerzo, las agencias deberán emplear regulaciones de emergencia de la Ley de Especies en Peligro para acelerar la producción maderera.
A pesar de esta ofensiva por recuperar la autosuficiencia en producción maderera, es importante destacar que la ejecución de estas medidas aún estará sujeta a las limitaciones de la ley y a la disponibilidad de fondos. La orden busca, sin embargo, establecer un camino claro hacia el incremento de la producción de madera en el país y la revitalización de una industria que se considera crucial para la seguridad económica y nacional de Estados Unidos.
Fuente: WhiteHouse.gov
