Éxito del primer Festival de Arte Urbano Inclusivo organizado por el ayuntamiento de Aldea del Rey

El Ayuntamiento de Aldea del Rey a través de la Concejalía de Cultura, Educación y Turismo, en colaboración con Laborvalía y su proyecto Valorarte, convocó el “I Festival de Arte Inclusivo, Aldea del Rey 2021”, con el claro objetivo de fomentar el arte urbano e inclusivo, la mejora de espacios públicos, la promoción de la cultura e intentar conseguir que la localidad sea un referente artístico y que va en camino de conseguirse, pues ya en la primera convocatoria Freskales, Laguna, Gobi, MeOne y los artistas de Valorarte, junto al pintor y muralista aldeano Feliciano Moya, han dejado el listón muy alto, cosechando un gran éxito durante las jornadas de su celebración.

En Aldea del Rey (Ciudad Real) ha nacido un proyecto con la intención de perpetuarse en el tiempo, que aprovecha espacios muertos, en los que nadie repara, para que distintos artistas puedan plasmar sus creaciones, llenas de color y creatividad, y embellecerlos. De este modo se está llenando las calles de Aldea del Rey de arte inclusivo y de color, con el buen hacer de un plantel de artistas urbanos, con capacidades diferentes, que apuestan por una expresión artística que ya no está prohibida y ha dejado de ser clandestina.

El alcalde de Aldea del Rey, José Luis Villanueva Villanueva, el Concejal de Cultura, Educación y Turismo, Cándido Barba Ruedas y el gerente de la Asociación Laborvalía, Alfonso Gutiérrez Caballero, han estado presentes durante el desarrollo del festival, que también ha atraído las miradas de cientos de aldeanos y una gran cantidad de foráneos.

Para el gerente de Laborvalía, Alfonso Gutiérrez, ha sido todo “un éxito de participación, de implicación de la gente de Aldea, del Ayuntamiento y también de las personas con discapacidad del pueblo y de la provincia”, para Gutiérrez, con eventos de este tipo se ayuda a  “transmitir la imagen en positivo y el talento de las personas con discapacidad a través del color”, algo que al responsable de Laborvalia le parece muy importante porque contribuye además a visualizar y fomentar la creatividad y el gran potencial de estos artistas con capacidades diferentes.

Tanto el alcalde de la localidad, como el concejal responsable de Cultura, coinciden a la hora de valorar positivamente el festival, donde “el arte más inclusivo está llenando de creatividad y color nuestras calles, con el talento de los chicos y chicas de Laborvalía”. Los tres han mostrado su satisfacción por el desarrollo de esta primera edición del festival y no dudan en anunciar la continuidad del proyecto, que tendrá en la próxima primavera su segunda edición.

Artistas

En el festival han participado cuatro artistas y el equipo artístico de Valorarte, dirigido por Rafael Rodrigo Toledo (MeOne), a cada uno de los participantes se le ha proporcionado un muro en blanco donde cada uno de ellos y los artistas de Valorarte, han plasmado diferentes temáticas, todas ellas relacionadas con la cultura y costumbres castellano manchegas y especialmente aldeanas.

De este modo Pedro Antonio Prados Ortiz (Freskales), conquense afincado en Valencia, fiel a su estilo “animalesco”, ha plasmado un galgo granjero, sujetando y tranquilizando a un inquieto gallo con “poca mecha, que se lanza rápido”, sobre fondo de molinos de viento. Mural que se une al de Rafael Rodrigo Toledo (MeOne), a través de una gran cruz de la Orden de Calatrava, donde destacan tres importantes elementos, la fachada de la Iglesia del Sacro Convento Castillo de Calatrava La Nueva, la armadura de Quijote y la imagen de ‘Agustín Cofrade’, un pintoresco, popular y querido personaje aldeano que, con sus rifas y sorteos, llevaba la felicidad a muchos hogares. Todo ello con una mezcla de entorno rural manchego y un guiño a lo quijotesco de esta tierra.

Por su parte, el tomellosero Roberto Carretero Casero (Gobi), retrata en su mural, “Corazón ardiente” lleno de simbolismos, a una persona aldeana, sin definición de sexo, con la mano derecha hacía el rosetón de la Iglesia del Sacro Convento Castillo de Calatrava La Nueva y en la mano izquierda la cruz de la Orden de Calatrava, inspirada en la veleta del Palacio de la Clavería y la que se encuentra en las rejas del sacro convento. A eso se le suma el corazón ardiente a modo de lava que mana de su pecho, en homenaje a los volcanes del Campo de Calatrava, en un fondo azul de cielo despejado, con un aurea amarilla.

Mención aparte se merece el artista local, invitado a participar en el festival, Feliciano Moya, pintor y muralista, que con su estilo realista y su mimo a las luces ha plasmado el conocido paraje de los Baños del Barranco en una tarde de verano, con varias personas de pie secándose al sol.

En cuanto a la obra del herenciano Antonio Laguna Cabezuelo (Laguna), afincado en Almagro, algo más alejada de los tópicos manchegos y quijotescos. Inspirada en la naturaleza y fauna de la zona, es una obra de arte con predominio de colores rojizos de los suelos del entorno y colores azulados de cielo, todo ello en armonía con plantas y aves fundidas en esa tierra y cielo manchego.

Un sexto mural se une a los cinco citados anteriormente, desarrollado conjuntamente por todos los participantes en el festival que, de manera abstracta e improvisada y a modo de “cadáver exquisito”, recuerda a una colonia de gatos que habitó en el solar donde se encuentra el mural y que eran alimentados por los restos de bocatas que se servían en un cercano bar.

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