El pasado martes, el Ayuntamiento de la ciudad dio luz verde a una nueva normativa dirigida a los propietarios de terrazas que desean cerrarlas con cristaleras. Conforme a la reciente ley, quienes opten por instalar este tipo de cerramientos sin contar con el permiso de la comunidad de propietarios deberán hacerse responsables de los costes asociados al desmantelamiento de dichas estructuras.
Esta medida surge como respuesta a un notable incremento de quejas por parte de vecinos, quienes se manifiestan en contra de los cerramientos no autorizados, dado que estos a menudo alteran la estética de los edificios y afectan la convivencia entre los residentes. La normativa estipula que solo estarán permitidos los cerramientos que cuenten con una autorización expresa por parte de la comunidad, obtenida mediante un proceso formal de aprobación.
Los infractores de esta normativa no solo se verán sometidos a sanciones económicas, sino que también deberán asumir el gasto del desmantelamiento, que podría resultar considerable. Desde el Ayuntamiento argumentan que esta disposición es crucial para conservar el orden y el respeto a las normas de convivencia en los edificios.
Diversas comunidades de propietarios han manifestado su respaldo a la iniciativa, indicando que ya se han desarrollado numerosos conflictos a raíz de cerramientos no aprobados. Representantes de una asociación de vecinos subrayaron la importancia de proteger el derecho a la convivencia y la estética del edificio.
Sin embargo, algunos propietarios se han mostrado descontentos con la nueva regulación, aludiendo que los cerramientos les ofrecen comodidad y están en línea con las tendencias actuales en diseño urbano. A pesar de ello, el Ayuntamiento aclara que existen formas legales de formalizar estos espacios, siempre que se siga el procedimiento establecido.
La normativa se implementará en las próximas semanas y se espera que provoque un cambio en la forma en que los propietarios aborden el cerramiento de sus terrazas, fomentando una colaboración más estrecha entre vecinos y promoviendo el respeto a las normas comunitarias.