Este martes, las Cortes de Castilla-La Mancha celebraron el 90 aniversario del voto femenino en España, honrando a las mujeres que lucharon por la igualdad de sufragio. Ewa Widlak, presidenta de ONU Mujeres España, resaltó la persistente desigualdad de género, enfatizando que, según ONU Mujeres, alcanzar la igualdad de género podría tardar cerca de 300 años. Widlak destacó la discriminación adicional que enfrentan las mujeres en política, especialmente en las redes sociales, donde enfrentan ataques mucho más severos que sus pares masculinos.
Recordando a figuras históricas, Widlak reconoció los sacrificios de feministas como Olympe de Gouges y las hermanas Mirabal. Asimismo, María José Romero, directora de la Cátedra de Igualdad de Género y Diversidad ‘Clara Campoamor’ de la Universidad de Castilla-La Mancha, rindió homenaje a Clara Campoamor, quien jugó un papel crucial en la aprobación del voto femenino en 1931.
Romero también subrayó la importancia del discurso de Campoamor ante el Congreso y cómo la Constitución de la Segunda República Española reconoció el voto femenino, el cual se ejerció por primera vez en las elecciones generales de 1933. Además, mencionó a Isabel Muñoz-Caravaca, Carmen de Burgos, Emilia Pardo Bazán y Carolina Coronado, entre otras, como defensoras de la igualdad.
Sandra Ferrer, periodista y divulgadora del feminismo, destacó el papel crucial del periodismo como herramienta para las asociaciones feministas de la época, quienes enriquecieron el debate sobre el sufragio femenino a pesar de sus diferentes ideologías.
En el acto, también intervinieron la consejera de Igualdad, Sara Simón, y el presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido. Simón subrayó el compromiso continuo por una sociedad igualitaria, recordando los esfuerzos de Clara Campoamor, mientras que Bellido afirmó que la participación femenina es fundamental para lograr una sociedad justa e igualitaria.
Este emotivo evento reitera que la batalla por la igualdad de género continúa siendo relevante, y la conmemoración del voto femenino sirve como recordatorio de los avances logrados y los desafíos que aún quedan por superar.