Una delegación de empresarios de la Comunidad de Madrid y la provincia de Toledo, liderada por Miguel Garrido de la Cierva (CEIM) y Javier de Antonio (Fedeto), realizó una visita al aeródromo de Casarrubios para evaluar sus capacidades y el potencial que posee para transformarse en el segundo aeropuerto de Madrid. Acompañados por Javier Ruedas, consejero delegado de Air City Madrid Sur, empresa propietaria del recinto, efectuaron un recorrido por el lugar, situado en un punto estratégico en el límite entre ambas regiones.
Durante el tour, los empresarios se interesaron por el estado actual del proyecto y las posibilidades para que la instalación comience a operar complementando al aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez. Ruedas, en una declaración a Europa Press, señaló que, a diferencia de España, Madrid es una de las pocas capitales europeas con un único aeropuerto, mientras que Londres tiene seis y París cuatro, con capacidad para viajar a cientos de destinos alrededor del mundo, en contraste con la oferta más limitada de la capital española.
El aeródromo de Casarrubios resalta por su cercanía a la capital española, estando a tan solo 30 kilómetros de distancia y con acceso directo a la autovía A-5. El proyecto contempla la creación de una pista principal de 3.200 metros y una secundaria de 1.500 metros para vuelos de aviación general o ejecutiva.
Ruedas compartió con los empresarios que, de acuerdo a un estudio presentado en 2018, el impacto económico de este segundo aeropuerto podría representar cerca del 2% del PIB de la región de Madrid y la creación de aproximadamente 40.000 empleos. Por su parte, Castilla-La Mancha estima un impacto del 8% al 10% en su economía gracias al proyecto, que se plantea como una colaboración público-privada con gran potencial en Europa.
El consejero delegado de Air City Madrid Sur enfatizó la necesidad de disponer de un segundo aeropuerto ante imprevistos que puedan paralizar el único existente, mencionando incidentes como la intrusión de un dron o la nevada Filomena en 2020 y 2021, respectivamente. Además, anticipó un crecimiento exponencial en el sector aéreo, particularmente por la incorporación del mercado asiático y la creación de nuevas aerolíneas.
Casarrubios fue considerado desde 1978 para albergar el segundo aeropuerto de Madrid, y ya posee infraestructura consolidada desde 1992. Ruedas aseguró que, basado en estudios realizados, «no existe alternativa mejor que esta» para la expansión aeroportuaria.
Se proyecta que, tras la aprobación del plan maestro, el aeropuerto entre en funcionamiento en un plazo de cuatro años, con expectativas de acoger diez millones de pasajeros en su primera década y ofrecer entre cuarenta y sesenta nuevos destinos. Adicionalmente, se podrían generar cerca de 63.000 empleos y se realizaría una inversión de 2.500 millones de euros. Según las previsiones, para 2041, habrá 18.700 millones de pasajeros a nivel mundial, y la flota aeronáutica se duplicará, lo que refuerza la necesidad de que Madrid cuente con un aeropuerto adicional para promover su crecimiento y sostenibilidad a largo plazo.