En un dramático despliegue de emergencia, aproximadamente 1.200 turistas han sido forzados a dejar sus vacaciones y evacuar un complejo turístico en Vieste, un idílico pueblo costero situado en la región de Apulia, en el centro de Italia, debido a un voraz incendio forestal que se desató en las últimas horas. Según los reportes, este fuego ha consumido vastas áreas en la Bahía de San Felice, un lugar que ya experimentó una tragedia similar hace dos años, resultando en la pérdida de 250 hectáreas de terreno.
Este siniestro, que comenzó en la madrugada, ha llevado a la evacuación no solo de los turistas alojados en el complejo sino también de aquellos en las áreas residenciales cercanas. Para aquellos visitantes sin medios de transporte propios, se dispuso de evacuaciones por mar, y algunos están siendo acomodados provisionalmente en un gimnasio en Vieste, mientras otros han sido reubicados en localidades vecinas.
La causa del fuego es motivo de inquietud y especulación. El alcalde de Vieste, Giuseppe Nobiletti, sugirió que el incendio podría haber sido intencional, marcando el «quinto intento» de iniciar un fuego en la misma zona dentro de la última semana, una táctica que despierta recuerdos sombríos de un incidente hace 17 años en Peschici, una localidad cercana. Ese incendio de 2007 provocó la muerte de tres personas, más de 300 heridos entre turistas y locales, y la devastación de cientos de hectáreas de terreno, camping e instalaciones turísticas.
La labor de contención del fuego involucra a un importante despliegue de medios, incluyendo varios helicópteros y un avión Canadair, especializados en el lanzamiento de grandes cantidades de agua y líquidos retardantes sobre las llamas. El avance de las llamas, alimentadas por fuertes vientos, representa un desafío considerable para los equipos de emergencia.
Este incendio no solo ha causado una disrupción significativa en la vida de numerosos turistas y residentes, sino que también ha subrayado la vulnerabilidad de algunas de las áreas más pintorescas de Italia ante los desastres naturales, que algunos temen puedan estar exacerbados por la acción humana. Mientras las autoridades trabajan incansablemente para sofocar las llamas y proteger las propiedades y la vida de las personas, surge una vez más el llamado a la conciencia sobre la prevención de incendios y la seguridad ambiental.