Eurovisión 2026: La Edición con Menor Participación en Dos Décadas

Eurovisión, el festival de la canción más famoso de Europa, ha revelado su panorama para la 70ª edición que se celebrará en Viena el próximo mayo. La Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha confirmado que solo 35 países participarán en 2026, una cifra alarmantemente baja que no se había visto desde 2003. Esta edición marca un hito agridulce, ya que es la primera vez desde que se introdujo el formato de semifinales en 2004 que el evento contará con menos de 36 participantes.

El motivo detrás de esta reducción de países es notable: cinco naciones han decidido retirarse como una forma de protesta por la continuación de Israel como participante. España, Países Bajos, Irlanda, Eslovenia e Islandia han dado un paso al lado, provocando una de las mayores crisis en la historia reciente del concurso. Este desplome en la participación refleja la polarización que el festival ha enfrentado, una verdad que no puede ser ignorada.

En contraparte, la UER ha logrado impulsar el regreso de Bulgaria, Rumanía y Moldavia al certamen, lo que al menos ha evitado que el número total caiga aún más. Estos regresos son dignos de celebración, pero no ocultan la preocupante tendencia del evento, que verá cómo el número de participantes cae hacia cifras que no se han visto desde el siglo XXI.

El director del certamen, Martin Green, ha intentado calmar las aguas al celebrar estos retornos y apelar al lema de Eurovisión, “Unidos por la música”, pero la realidad es que el festival se encuentra en uno de sus momentos más frágiles. No solo se enfrenta a una reducción en el número de participantes, sino que también se encuentra bajo un creciente escrutinio por parte de aquellos que cuestionan la gestión política y la dirección del evento.

Una de las consecuencias más relevantes de la baja inscripción ha sido el impacto en el llamado Big Five. Con la salida de RTVE, el grupo que tradicionalmente accede directamente a la final se ha convertido en un Big Four, que ahora incluye a Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, además de Austria como el país anfitrión. Las dinámicas del concurso están cambiando y, a medida que se configura la lista de participantes, el molde del festival se reconfigura para variar su esencia.

Además, la UER ha introducido una serie de cambios técnicos y reglamentarios en un intento de restaurar la confianza en el formato. El regreso del jurado profesional a las semifinales y la limitación del número de televotos por espectador son algunas de las medidas que esperan desactivar la tensión que ha rodeado el evento en ediciones recientes. En un contexto de críticas crecientes, estas modificaciones son un intento por sanar las brechas abiertas en la comunidad eurovisiva.

Otro caso que resalta en esta edición de Eurovisión es el de Bélgica, que será representada por la cadena francófona RTBF tras la incomodidad mostrada por la cadena flamenca VRT respecto a la participación israelí. Este cambio ilustra cómo incluso dentro de un mismo país pueden surgir divisiones respecto a la participación en el evento. En un giro más, Canadá, que había mostrado interés por participar, ha decidido finalmente no asistir debido a razones económicas.

A medida que Eurovisión 2026 se acerca, la lista de países confirmados incluye naciones como Alemania, Francia, España, y muchas más, pero queda la pregunta: ¿cómo se redefinirá el festival en un contexto tan cambiante? Con 35 países en competición, el certamen enfrenta un desafío crucial en su 70º aniversario. La música seguirá sonando, las luces volverán a encenderse, pero la esencia de Eurovisión se encuentra en una encrucijada que necesitará ser explorada.

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