La falta de lluvias dispara las alarmas por su impacto en el verano y en la agricultura
Durante las últimas semanas, gran parte del norte de Europa ha disfrutado de un clima excepcionalmente soleado, seco y cálido, un alivio tras un invierno marcado por el frío y la niebla. Pero, como muchos habrán intuido, este tipo de condiciones en marzo no son, ni de lejos, habituales para la región.
¿Es normal este clima en marzo?
La respuesta es clara: definitivamente NO. Por mucho que disfrutemos del sol primaveral antes de tiempo, lo que está ocurriendo es anómalo. Este periodo prolongado de sequía se debe a condiciones anticiclónicas persistentes que afectan al norte del continente desde principios del invierno. Como consecuencia, la región arrastra un importante déficit de precipitaciones, algo que los modelos meteorológicos dejan en evidencia.
¿Por qué preocupa esta sequía temprana?
La ausencia de precipitaciones en primavera tiene efectos directos sobre la humedad del suelo, lo que influye en cómo se calienta la superficie terrestre durante el verano. Esta dinámica fue un factor clave en la devastadora ola de calor de 2003 en Europa.