El comisario europeo de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, ha expresado su preocupación por las futuras políticas arancelarias del Gobierno de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, especialmente en relación con los productos europeos. En una entrevista en el programa ‘A pie de campo’ de Radio Castilla-La Mancha, Hansen destacó la necesidad de «hablar y negociar» con la administración estadounidense, subrayando la importancia de los fertilizantes producidos en ese país, los cuales son altamente competitivos en el mercado.
Hansen propuso la posibilidad de establecer un acuerdo que incluya los fertilizantes para mitigar la aplicación de aranceles. «¿Por qué no hacer un trato sobre eso, incluyendo los fertilizantes también, para no tener estos impuestos?», cuestionó el comisario, reflejando la incertidumbre en torno a las transacciones comerciales entre Europa y Estados Unidos.
Además, el comisario hizo un llamado a la Unión Europea a buscar nuevos mercados ante las dificultades en el comercio con Estados Unidos. En relación con el presupuesto europeo, Hansen alertó sobre la necesidad de aumentar los ingresos directos, advirtiendo que la falta de fondos podría tener consecuencias desastrosas para la producción agrícola en el continente. «Si no vamos a tener más presupuesto para los próximos siete años, todos van a pasar hambre, eso me parece claro», afirmó.
La incorporación de jóvenes al sector agrícola es otra de las prioridades de Hansen, quien destacó la existencia de un paquete de 30.000 millones de euros para incentivar esta transición generacional, especialmente mediante préstamos para jóvenes agricultores. Asimismo, subrayó la importancia de destinar tierras a quienes realmente las necesitan para producir, ya que actualmente hay inversiones en terrenos efectuadas por personas que no son agricultores.
El desafío del relevo generacional es evidente, ya que menos del 12% de los agricultores europeos tienen menos de 40 años y la media de edad en el sector supera los 57 años. Hansen enfatizó que si no se realizan cambios significativos, se corre el riesgo de perder la producción agrícola en diversas regiones de Europa.
En otro ámbito, el comisario abordó la cuestión de los productos agrícolas importados que utilizan fitosanitarios prohibidos en la Unión Europea. Hansen afirmó que la falta de reciprocidad en el uso de estos productos daña la productividad de los agricultores europeos y urgió a establecer incentivos para la producción sostenible. Se están realizando estudios para identificar productos que, aunque están prohibidos en Europa, siguen siendo importados, con la intención de atacar la cuestión de forma integral.
Por último, Hansen se refirió a la situación del sector del vino, que enfrenta desafíos significativos como la disminución del consumo y problemas climáticos. Se opuso a la idea de promover un arranque de viñas subvencionado, argumentando que los recursos son limitados y deben destinarse a ayudar en casos de desastres naturales. Reconoció que el mercado vitivinícola está bajo presión y que algunas regiones de Europa enfrentan problemas debido a un exceso de producción en relación con un mercado consumista reducido.
