Eurocaja Rural ha lanzado su nueva campaña institucional, destacando la importancia de un trato cercano con sus clientes en medio de un sector bancario que se automatiza cada vez más. En una puesta en escena llamativa, la entidad ha subrayado su compromiso con un enfoque humano, defendiendo el valor de su plantilla frente al avance de las máquinas.
Durante el evento, con la voz icónica de Jesús Olmedo como hilo conductor, se presentó la idea de un «Cyborg Bank», un banco sin alma y vacío, que Eurocaja se propone combatir. La entidad plantea una respuesta a lo que denomina “La Revolución de las Máquinas”, abogando por “La Revolución de los máquinas”, en la que sus trabajadores son los protagonistas.
El director general de Eurocaja Rural, Víctor Manuel Martín, subrayó la relevancia de las personas en el sector financiero: «Lo que realmente transforma y marca la diferencia, son las personas», afirmó. En un contexto donde la tecnología está cada vez más presente, la entidad prefiere valorar a sus profesionales y a sus clientes, a quienes define como «los verdaderos máquinas de la historia». Martín elogió el esfuerzo y la dedicación del equipo, resaltando que estas cualidades superan a cualquier inteligencia artificial.
El mensaje central de la campaña es claro: «Creemos en las personas, en su poder, en su compromiso y en su cercanía», manifestó Martín. Además, la entidad reafirma que, aunque es fundamental avanzar tecnológicamente, no se deben imponer las herramientas, sino que deben ser complementarias al trato humano.
La campaña de Eurocaja Rural consistirá en tres anuncios de 25 segundos y uno de 40, que se difundirán en radio, televisión y plataformas digitales. Se empleará un enfoque de «humor ácido» para transmitir el mensaje. En los anuncios, la entidad contrasta su estilo de atención personal frente a la frialdad de los sistemas de cita previa y la dependencia de cajeros automáticos de otros bancos.
Martín añadió que, a pesar de la velocidad a la que avanza el mundo digital, Eurocaja Rural ha mantenido abiertas sus oficinas, brindando un servicio humano. «¿Y si la verdadera revolución es ir más despacio y mirar a los ojos?», se cuestionó, enfatizando que la cercanía con el cliente constituye una ventaja competitiva en el sector bancario actual.