Estudio de UCLM revela que la actividad física en la juventud es clave para combatir la rigidez arterial

Una investigación de UCLM muestra la importancia del ejercicio en niños y adolescentes para reducir la rigidez arterial

Un estudio liderado por la investigadora Irene Sequí, perteneciente a la Facultad de Enfermería de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en Albacete, y publicado en la prestigiosa revista médica British Journal of Sports Medicine ha arrojado luz sobre un tema de salud pública de gran relevancia: la prevención de las enfermedades cardiovasculares ateroscleróticas (ECVA), consideradas como la causa principal de mortalidad en todo el mundo.

El impacto de las ECVA y la búsqueda de estrategias para su prevención son, desde hace tiempo, un objetivo capital dentro del ámbito de la salud internacional. La investigación de Sequí subraya la relevancia del ejercicio en etapas tempranas de la vida, poniendo énfasis en la disminución de la rigidez arterial como punto clave para prevenir estas enfermedades. «Dada la reversible naturaleza de las ECVA, es crucial identificar y prevenir los factores de riesgo desde una edad temprana, etapa en la que los síntomas de aterosclerosis y disfunción endotelial están empezando a desarrollarse», apunta la comunicación de la UCLM.

El análisis comprehensivo realizado por Sequí consistió en una revisión sistemática de estudios experimentales. Tras la aplicación de un meta-análisis en red, se evaluaron los efectos de distintos tipos de ejercicio en la velocidad de la onda del pulso (VOP) entre poblaciones infantiles y adolescentes. Los resultados obtenidos fueron claros: el ejercicio, especialmente el aeróbico y el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT), demostraron ser particularmente efectivos en comparación con los grupos de control sin intervención, en la reducción de la VOP, es decir, la mejora de la rigidez arterial.

Estos hallazgos no solo corroboran la efectividad de ciertas modalidades de ejercicio sino que también refuerzan la propuesta de que las intervenciones tempranas basadas en ejercicio tienen el potencial de mejorar la salud arterial. «Es de suma importancia continuar investigando cómo las intervenciones de ejercicio pueden ser más beneficiosas en niños y adolescentes con mayor rigidez arterial para prevenir las secuelas a largo plazo de las ECVA», argumentó la investigadora Sequí.

En definitiva, el estudio pone de manifiesto que incentivar la práctica de actividad física desde la infancia se perfilan como medidas esenciales para la promoción de una vida cardiosaludable. El artículo completo puede consultarse en el Journal of Sports Medicine con el identificador ‘10.1136/bjsports 2022 106285’, proporcionando información detallada y de gran utilidad para profesionales del sector y para la sociedad en general.

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