El yacimiento arqueológico de Calatrava la Vieja, situado en Carrión de Calatrava, ha iniciado una nueva campaña de excavaciones que se llevará a cabo desde el 18 de agosto hasta el 12 de septiembre de 2025. Este proyecto tiene como objetivo descubrir más sobre los orígenes de esta histórica ciudad, centrándose en la excavación de estructuras emirales en el frente occidental del alcázar.
El equipo científico está compuesto por un grupo de doce estudiantes de la Universidad de Castilla-La Mancha y de la Universidad Complutense de Madrid, quienes participan en esta práctica arqueológica en dos turnos. Junto a ellos, dos técnicos de la empresa Baraka Arqueólogos y cuatro directores científicos colaboran en la investigación. Este equipo incluye a Manuel Retuerce Velasco de la UCM, Miguel Ángel Hervás Herrera de Baraka Arqueólogos, María del Cristo González Marrero de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Manuel Melero Serrano de Ítaca S.L.
La investigación se centra en el periodo emiral, que abarca desde los siglos VIII al X, un tiempo fundamental que ha sido poco explorado en la historia de Calatrava la Vieja. Durante esta etapa, la ciudad se estableció como un importante centro político, militar y administrativo en el Alto Guadiana. Se espera que el análisis de las cerámicas vidriadas de estilo Pechina proporcionen información valiosa para comprender el pasado del yacimiento, así como la recopilación y reinterpretación de fuentes escritas del periodo.
Los resultados de este ambicioso proyecto se prevé que estén disponibles aproximadamente en un año. La excavación cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Carrión de Calatrava y con una financiación del 67% por parte de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de un programa de subvenciones destinado a la investigación del patrimonio arqueológico y paleontológico.
Calatrava la Vieja se considera un «unicum» arqueológico en España, ya que fue una ciudad fortificada de fundación omeya que fue crucial durante cinco siglos, ejerciendo como capital política, militar y administrativa del Alto Guadiana. Asimismo, fue el lugar de nacimiento de la Orden Militar de Calatrava en 1158 y jugó un papel clave en la defensa del reino de Toledo entre los siglos VIII y XIII. Entre sus notables características arquitectónicas se encuentran más de 30 torres de flanqueo, una monumental puerta emiral y la iglesia y convento fundacionales de la Orden de Calatrava. La decadencia de este importante enclave se produjo a comienzos del siglo XV, culminando en su abandono en 1418, debido a factores como enfermedades y cambios en las rutas comerciales.