Varios colectivos de Castilla-La Mancha, entre ellos el Frente de Estudiantes de Castilla-La Mancha, la Plataforma Toledo por Palestina, Ciudad Real con Palestina y el Colectivo de Estudiantes de Cuenca Con Palestina, han emitido un comunicado donde expresan su descontento respecto a la postura de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en relación con el conflicto palestino-israelí. Estas agrupaciones han manifestado su preocupación por lo que consideran una «indiferencia» de la universidad hacia la situación del pueblo palestino.
Los colectivos exhortan a la UCLM a tomar medidas más firmes suspendiendo los convenios Erasmus de movilidad establecidos con universidades israelíes, entre ellas la Universidad de Braude, la Universidad de Tel Aviv y la Universidad Bar Ilán.
Además, solicitan la cancelación de la cooperación científico-técnica con compañías como Indra, socio estratégico de Aerospace Industries, empresa de Israel relacionada con la fabricación de drones y tecnología de vigilancia supuestamente utilizada en el contexto de la ocupación. Los colectivos acusan a Indra de beneficiarse económicamente de «las masacres cometidas en Palestina».
Los grupos involucrados también reclaman la finalización de colaboraciones con Banco Santander y otras empresas como Repsol, BBVA, La Caixa y NTT Data, al estar vinculadas con la ocupación israelí de manera económica.
La problemática señalada se extiende a la relación de la universidad con organismos de índole militar y de defensa como la OTAN y el Centro Universitario de la Guardia Civil, demandando el cese de estos vínculos que tildan de belicistas y en su lugar, fomentar nexos con universidades y entidades palestinas que respalden a estudiantes e investigadores reprimidos por su postura contraria a las acciones de Israel.
El posicionamiento de dichos colectivos se sustenta en principios de Derecho Internacional que enfatizan la autodeterminación de los pueblos y la lucha contra la opresión, principios que, según ellos, han sido descuidados por más de 70 años. Los grupos muestran su firme compromiso con la lucha por la autodeterminación del pueblo palestino y han anunciado concentraciones de protesta en varias ciudades de la región.
Mientras expresan agradecimiento por las facilidades ofrecidas por la UCLM durante acciones de protesta, critican que la institución no se haya involucrado más allá ni haya respondido a sus múltiples solicitudes de diálogo. Acusan a la universidad de ignorar los valores de su propio código ético, como la honestidad, la participación y la sostenibilidad, afirmado que la institución se encuentra comprometida con un genocidio que ha cobrado miles de vidas desde octubre pasado.
Los colectivos culminan su comunicación enfatizando que la universidad lleva sobre sí la «mancha» de la sangre derramada y claman por un cambio drástico en el reconocimiento y apoyo al pueblo palestino por parte del Estado español y sus instituciones, prometiendo continuar su lucha hasta lograrlo.