Estival Cuenca se apuntala como tradición en la ciudad conjugando estilos, estampas y calidad: "No nos cerramos a nada"

Estival Cuenca se apuntala como tradición en la ciudad conjugando estilos, estampas y calidad: "No nos cerramos a nada"

El director del festival de música Estival Cuenca, Marco Antonio de la Ossa, ha hecho un repaso de los doce años de la cita en la capital, luciendo orgulloso una trayectoria ascendente donde la calidad musical, la belleza de los escenarios y la variedad de estilos han sumado fuerzas para hacer de esta propuesta musical un evento consolidado en la agenda castellanomanchega.

Según explica De la Ossa en entrevista con Europa Press, después de todas las circunstancias que Estival Cuenca ha sobrepasado a lo largo de más de 10 ediciones, con el panorama pospandémico tienen la intención de «atraer a mucha gente» a Cuenca.

Estival Cuenca mantendrá su espíritu, el de «no centrarse solo en un estilo o una escena» y «abrir escenarios» dentro de una línea artística propia.

«No nos cerramos a nada», asevera el director, que repara en que este año la escena mas ‘indie’ salpica por primera vez el cartel con Miss Caffeina y los conquenses Panic Relief en el escenario Solán de Cabras del Parador, una cita que «va a caer muy bien».

La Catedral también abrirá sus puertas y el Patio de la Limosna –o el claustro– tendrá su particular pase de música clásica de la mano del armonicista Antonio Serrano y la pianista Constanza Lechner, que harán «un recorrido clásico de músicas españolas y argentinas del siglo XX, desde Piazzola a Granados» y sumando «alguna sorpresa», toda vez que el concierto se celebra cerca de la casa de José Luis Perales. «Siempre nos gusta homenajearle en todos los conciertos», desliza De la Ossa.

En esa misma velada, Serrano recibirá el Premio Solán de Cabras a la Trayectoria Musical, galardón que coge forma en una escultura original en barro creada para la ocasión por el artista conquense Tomás Bux.

Además de sus múltiples grabaciones como solista, centrado en el ámbito del jazz, el flamenco o la música clásica, ha colaborado en giras y discos de Paco de Lucía, Tomatito, Larry Adler, Ivan Lins, Andrés Calamaro, Joaquín Sabina, Estopa, Rosana, Ana Belén y Víctor Manuel, Pedro Guerra o Navajita Plateá.

De la Ossa repasa el cartel, y si bien «aún queda bastante» más allá de los conciertos en materia de clases magistrales o actividades didácticas, ya se puede confirmar después del paseo de Serrano y Lechner, el día 2 será turno para dos conquenses, Paula Serrano por un lado y Marilia por otro.

Otro de los platos fuertes llega el día 3 con Miss Caffeina en formato acústico y los conquenses Panic Relief; preludio de una de las apuestas más personales del director dentro del cartel: Antílopez el día 4, que compartirán escenario con Laura Moreno.

Chambao y Pavana Digno serán los encargados de llenar de música el Parador de Cuenca el día 5; para, a continuación, dejar paso al Día del Jazz, con Andrea Motis –barcelonesa de ascendencia conquense–, junto a los conquenses Petit Swing.

Rocío Márquez, actuando con Bronquio, lucirá su recién ganado Premio Ruido al mejor álbum el día 7, y en este caso serán los Zas!! Candil quienes con su folk harán las veces de cicerone.

Resta una última sorpresa por conocer, y si bien es seguro que será el día 8 cuando el Museo Paleontológico eche el cierre al festival, será una opción de soul la que venga a poner la guinda.

CADA VEZ MÁS APOYO EN CUENCA

Marco Antonio de la Ossa percibe que el público conquense cada vez está más de lado de la cita musical de los veranos, que ya se está haciendo hueco en la tradición de la ciudad.

Con una cuarta parte de presupuesto apuntalado por dinero público, indica el director que es el apoyo de patrocinadores y público el que hace que año a año la cita se consolide y vaya creciendo.

El objetivo ahora es seguir programando año tras año y respetando la calidad de los conciertos y sus emplazamientos. «Pase lo que pase, nos adaptaremos a todo».

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