En una sorprendente vuelta de tuerca a las predicciones de Eurovisión 2025, un análisis estadístico avanzado, potenciado por la inteligencia artificial de un superordenador de MyBettingSites, ha desafiado todas las expectativas acerca del ganador de este año. Tras analizar más de 70 años del histórico certamen, los resultados han revelado un ganador improbable que difiere significativamente de los favoritos actuales en redes sociales y plataformas de streaming.
El estudio ha identificado un «perfil ganador» basado en los 71 ganadores anteriores desde el inicio del concurso en 1956, concluyendo que el posible ganador de este año sería una mujer solista, de entre 25 y 27 años, interpretando una canción pop en inglés sobre el amor. Sorprendentemente, solo una candidata de 2025 coincide con estos criterios: Sissal, la representante de Dinamarca, con su canción «Hallucination». Aunque no se encuentra entre los primeros lugares de las listas de popularidad ni cuenta con una gran base de seguidores en redes, su participación cumple con los patrones históricos de éxito en el concurso.
En términos de popularidad, el dúo sueco KAJ lidera con su tema «Bara bada bastu» alcanzando 38,5 millones de reproducciones en Spotify, seguido por Lucio Corsi de Italia. Pese a su éxito en plataformas digitales, ninguno de estos actos encaja con el perfil ganador identificado por el algoritmo. Este enfoque estructural ha dejado de lado a artistas con fuerte presencia online como Louane de Francia y Tommy Cash de Estonia.
Adicionalmente, el análisis desvela una curiosidad: el 18,4% de los ganadores anteriores interpretaron canciones que comenzaban con las letras «D» o «T», un patrón aparentemente trivial pero considerado en el vasto análisis del superordenador. Aunque Dinamarca, con Sissal a la cabeza, no es considerada favorita en las apuestas ni en las redes sociales, los datos históricos sugieren que podría haber sorpresas en la final del concurso.
Mientras que las casas de apuestas y las preferencias populares en las redes sociales siguen su curso, la predicción basada en la inteligencia artificial y el análisis histórico plantea una narrativa diferente, desafiando la lógica y anticipando un posible giro inesperado en el resultado de Eurovisión 2025. Solo el desenlace de la competición musical más seguida del mundo confirmará si los patrones históricos se impondrán o si, una vez más, Eurovisión desafiará cualquier predicción.