Estados Unidos ha comenzado la detención de un nuevo buque sancionado en aguas internacionales del mar Caribe, cerca de la costa venezolana, según reporta ABC News. Esta acción sigue a la reciente incautación de otro navío que también transportaba petróleo desde Venezuela, una medida que forma parte de la política más agresiva de la administración Trump respecto a las operaciones petroleras venezolanas.
El Ejército estadounidense está apoyando la operación mediante el uso de helicópteros que trasladan a los miembros de la Guardia Costera al lugar de la interceptación. Aunque no se han ofrecido detalles sobre la embarcación ni su ubicación exacta, esta acción es reflejo del creciente endurecimiento de las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro, en un clima de conflictos por los derechos energéticos.
Trump no ha hecho comentarios públicos sobre esta última operación, pero ha intensificado su retórica contra Venezuela, acusando al gobierno de haber despojado a las empresas estadounidenses de sus derechos petroleros. En una reciente declaración, el presidente insistió en la necesidad de recuperar lo que considera petróleo estadounidense, destacando la tensión entre ambos países y los intereses económicos en juego.
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