En una decisión que marca un nuevo capítulo en las tensiones diplomáticas internacionales, Estados Unidos utilizó su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear una resolución destinada a facilitar la ayuda humanitaria en Gaza. Esta medida, presentada por los diez miembros no permanentes del Consejo, buscaba propiciar un alto el fuego, la liberación de rehenes en poder de Hamás y la entrega de asistencia humanitaria a la Franja de Gaza, actualmente sumida en una grave crisis humanitaria.
La resolución, que contó con el apoyo unánime de los otros catorce miembros del Consejo, incluyendo países habitualmente aliados de Israel como Francia y el Reino Unido, fue fruto de dos semanas de intensas negociaciones. Sin embargo, Estados Unidos, en una posición disidente, la vetó, marcando la sexta ocasión desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, en que el país norteamericano bloquea una resolución crítica con Israel en este contexto.
La representante interina de Estados Unidos, Dorothy Shea, defendió el veto estadounidense argumentando que la resolución era «inaceptable» tanto por su contenido como por sus omisiones. Shea enfatizó la posición de su país de no apoyar ningún texto que no condene a Hamás ni exija su desarme. Según ella, la propuesta «socavaría los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un alto el fuego» y «establecería una falsa equivalencia entre Israel y Hamás».
Por otro lado, la embajadora británica expresó un reproche hacia Israel por impedir la entrega de ayuda humanitaria, calificando de «inhumano» disparar contra palestinos que esperan recibir asistencia. De igual manera, la opinión predominante entre varios países, incluidos representantes de naciones musulmanas, fue de descontento por el uso del veto estadounidense. El embajador pakistaní, Asim Iftikhar Ahmad, declaró que lo sucedido en el Consejo «ya no es una crisis humanitaria, es el colapso de la humanidad».
En respuesta, Hamás condenó el veto estadounidense describiéndolo como un gesto de «arrogancia» y «desprecio» por el derecho internacional, afirmando que esta acción demuestra un apoyo incondicional a lo que denominan «el gobierno fascista de ocupación». El grupo islamista también acusó a Estados Unidos de ser cómplice de los «crímenes de lesa humanidad» cometidos en Gaza, impulsando una «brutal guerra de exterminio» contra civiles indefensos.
La situación actual en Gaza ha desencadenado un llamado urgente por parte de Hamás y otros actores internacionales para que se tomen acciones concretas con el fin de poner fin a la violencia y exigir responsabilidades. La decisión de Estados Unidos de vetar la resolución humanitaria no solo ha complicado aún más el escenario diplomático, sino que también ha planteado interrogantes profundas sobre el papel y efectividad de las instituciones internacionales frente a crisis humanitarias complejas y prolongadas.
