En un hito legislativo, el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo han llegado a un acuerdo político crucial que promete remodelar el panorama del permiso de conducir en el bloque. La nueva normativa, que aún aguarda formalización para su adopción definitiva, permitirá que jóvenes de hasta 17 años se pongan al volante de vehículos, incluidos camiones y furgonetas, siempre y cuando estén acompañados por un adulto con experiencia en la conducción.
Este cambio forma parte de una amplia reforma de la Directiva sobre Permisos de Conducir, orientada a fortalecer la seguridad vial en el continente. Europa notifica alrededor de 20,000 muertes anuales debido a accidentes de tráfico, una estadística sombría que los legisladores esperan mejorar con estas medidas. Entre las innovaciones más destacadas se encuentra la digitalización del permiso de conducir, accesible a través del monedero electrónico europeo, aunque los países miembros contarán con un margen de cinco años y medio para implementar esta disposición, preservando igualmente la opción de solicitar una versión física del documento.
La reforma también introduce un período de prueba para conductores novatos, imponiendo normativas y sanciones más severas para quienes conduzcan bajo la influencia del alcohol o las drogas, o que incumplan las normas de uso del cinturón de seguridad y sistemas de retención infantil. Este período de prueba se estableció con una duración mínima de dos años.
Otra novedad importante es la reducción de la edad mínima para conducir camiones y autobuses. Anteriormente fijada en 21 y 24 años respectivamente, ahora se permitirá a jóvenes de 18 años conducir camiones y a partir de los 21 años, autobuses, siempre cuando posean el certificado de aptitud profesional correspondiente. Además, se otorgará a los estados la facultad de autorizar a jóvenes de 17 años a manejar estos vehículos en territorio nacional bajo supervisión.
En un esfuerzo por incorporar a más individuos al sector del transporte y mitigar la escasez de profesionales, la normativa abre la puerta a una mayor flexibilidad y oportunidades para los jóvenes. Sin embargo, este enfoque ha cosechado críticas por parte de organismos de seguridad vial, señalando los riesgos asociados a conductores jóvenes al mando de vehículos pesados.
La directiva también enmienda requisitos previos al permiso, como la exigencia de un examen médico que incluya evaluaciones de la vista y cardiovascular. No obstante, se otorga cierta libertad a los países para decidir sobre la sustitución de estos controles médicos por autoevaluaciones o medidas alternativas en casos de renovación del permiso.
Esta revisión legislativa representa un balance entre la modernización accesible y conveniente del sistema de permisos de conducir y el compromiso con la seguridad vial. La implementación promete un permiso de conducir digital, flexible y menos burocrático, según subrayó la eurodiputada alemana Jutta Paulus. Aunque el acuerdo prevé una etapa de transición de cuatro años para que los Estados miembros ajusten su legislación nacional, el paso dado por el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo envía un mensaje firme en favor de adaptar la movilidad y la seguridad vial a las exigencias del siglo XXI.
