En un contexto de creciente tensión, la embajada de España en Kiev decidió cerrar sus puertas durante la jornada del miércoles, citando el incremento del riesgo de ataques aéreos en toda Ucrania. Esta decisión se tomó en un momento en que la seguridad de las instalaciones diplomáticas extranjeras en el país se ha visto comprometida ante la escalada de hostilidades. Siguiendo este curso de acción, la embajada de Estados Unidos en Kiev también anunció la suspensión de sus actividades, al haber recibido advertencias sobre un posible ataque aéreo significativo previsto para el 20 de noviembre.
Esta serie de movimientos se produce en un momento delicado para Ucrania, ya que las autoridades del país han confirmado que Rusia tiene listos misiles balísticos y de crucero, preparados para lanzar un ataque de gran envergadura. La acumulación estratégica de misiles por parte de Rusia, incluyendo modelos como los Kh-101, Kalibr y otros sistemas balísticos, sugiere una escalada en las acciones militares contra Ucrania.
La comunicación enviada por la embajada de España a los ciudadanos españoles residentes en el país enfatizó la importancia de extremar las medidas de seguridad, seguir las recomendaciones de las autoridades locales y tener siempre identificado un refugio en caso de emergencia. Mientras tanto, la embajada continúa ofreciendo asistencia a través de correo electrónico.
La preocupación por la seguridad de las delegaciones diplomáticas no se limita a España y Estados Unidos. El Gobierno del Reino Unido está evaluando meticulosamente la situación de su embajada en Kiev, con el ministro británico de Ciencia y Tecnología, Peter Kyle, asegurando que se hará todo lo posible para garantizar la seguridad de los ciudadanos británicos.
El reciente uso de misiles ATACMS por parte de Ucrania, unos sistemas de largo alcance proporcionados por Estados Unidos, marca un punto de inflexión en el conflicto que comenzó en febrero de 2022. La decisión de la administración de Joe Biden de autorizar su uso contra territorio ruso ha sido criticada por el Kremlin, que acusa a Estados Unidos de intensificar el conflicto. Esta acción coincide con el suministro de minas terrestres antipersonal a Ucrania, una medida que refleja el soporte continuo de Estados Unidos a Ucrania en el conflicto con Rusia.
Las tensiones regionales, la escalada de ataques y el apoyo internacional a Ucrania conforman un panorama complejo, con implicaciones significativas para la seguridad internacional y la estabilidad en Europa del Este.