La tarde de este jueves fue testigo de un anuncio significativo en el mundo de la música europea. RTVE, la radiotelevisión pública española, ha confirmado oficialmente la retirada de España del Festival de Eurovisión tras la decisión de permitir la participación de Israel en el certamen. Esta resolución se basa en un acuerdo preestablecido por el Consejo de Administración de RTVE, quien había decidido en septiembre que la presencia de Israel llevaría a la exclusión de España.
El escenario en Ginebra, donde tuvo lugar la 95ª Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), se tornó tenso cuando se cerraron las votaciones que ratificaron la inclusión de Israel en el festival. Con este resultado, España no solo se ausentará de la competencia, sino que también RTVE ha decidido no emitir la final de Eurovisión 2026, programada para el 16 de mayo en Viena, así como las semifinales que se llevarán a cabo los días 12 y 14 del mismo mes.
El presidente de RTVE, José Pablo López, no tardó en manifestar su descontento a través de sus redes sociales, subrayando que la situación vivida en la asamblea confirma su percepción de que Eurovisión ha sido transformado en un evento dominado por intereses geopolíticos, desviándose de su esencia como concurso musical.
La controversia surgió a partir de la solicitud de varios países, incluido España, que pedían una votación secreta sobre la participación de Israel. No obstante, la UER decidió no llevar a cabo dicha votación específica, argumentando que la gran mayoría de sus miembros respaldaba continuar adelante con la participación de Israel. Esta decisión ha exacerbado la frustración de los países que se sienten excluidos de un proceso que debería ser transparente y justo.
En respuesta a la situación, la UER ha afirmado su compromiso de adoptar medidas para reforzar la confianza y la neutralidad del evento, asegurando que Eurovisión seguirá siendo un espacio de unidad y diversidad cultural. Sin embargo, desde RTVE se ha considerado que estas medidas son «insuficientes», poniendo en relieve las preocupaciones sobre la instrumentalización de la política en el certamen, especialmente en el contexto de la situación en Gaza.
Alfonso Morales, secretario general de RTVE, también compartió su preocupación durante la asamblea, haciendo hincapié en que la actual crisis geopolítica hace cada vez más difícil mantener la neutralidad de Eurovisión como un evento cultural.
Con el telón de fondo de esta compleja situación, la espera ahora se centra en la lista de participantes para la edición conmemorativa del 70º aniversario de Eurovisión, que se anunciará antes de las celebraciones navideñas. Las decisiones tomadas en este contexto no solo marcan un hito para España, sino que también resaltan el intrincado entramado entre la música y la política en el siempre vibrante universo de Eurovisión.
