España pierde el bronce olímpico en fútbol femenino en un dramático final ante Alemania

En el último encuentro de fútbol femenino de los Juegos Olímpicos de París 2024, España se quedó con las manos vacías al caer derrotada 0-1 ante Alemania en el partido por el bronce. La selección española, que llegaba al torneo como una de las grandes favoritas, se despide de Lyon con el amargo sabor de haber estado cerca de alcanzar una medalla.

El único gol del partido fue anotado por Giulia Gwinn en el minuto 65, tras un penalti que resultó decisivo. La portera española, Cata Coll, cometió la falta que permitió el tiro desde los once metros. A pesar de los esfuerzos de España por igualar el marcador, incluyendo una destacada oportunidad de Alexia Putellas en el minuto 97, la portera alemana, Ann-Katrin Berger, detuvo el penalti y selló la victoria para su equipo.

El encuentro, disputado en el Groupama Stadium de Lyon, mostró un claro dominio de España en términos de posesión y ocasiones. Las españolas lograron mantener un 68% de la posesión del balón y realizaron 14 tiros en comparación con los 7 de Alemania. Sin embargo, las ocasiones clave no se concretaron. Jennifer Hermoso y Aitana Bonmatí tuvieron destacadas oportunidades que no lograron convertir, y el balón se estrelló en el larguero en un par de ocasiones durante el primer tiempo.

El partido comenzó con una gran presión por parte de España, que buscaba abrir el marcador desde el primer minuto. Aitana Bonmatí y Tere Abelleira estuvieron cerca de marcar, pero sus disparos se fueron desviados o fueron bien detenidos por Berger. Alemania, por su parte, mostró una defensa sólida y una capacidad para contragolpear que culminó en el gol de Gwinn.

La segunda mitad estuvo marcada por un constante asedio de la selección española sobre la defensa alemana, que se replegó para proteger su ventaja. A pesar de las intensas ofensivas y varios cambios tácticos realizados por la entrenadora Montse Tomé, el gol del empate nunca llegó.

El partido terminó con una victoria para Alemania y una medalla de bronce que deja a España en una cuarta posición que duele por la forma en que se perdió. La selección española, que había soñado con el oro, se marcha de los Juegos Olímpicos con una medalla de chocolate que refleja el esfuerzo y el talento mostrado durante el torneo, pero también la frustración de no haber logrado culminar con éxito en el último partido.

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