La selección española femenina de baloncesto logró una importante victoria este sábado al vencer a Serbia por 62-70 en el último partido del Grupo A. Este triunfo no solo les permitió clasificar a los cuartos de final como líderes del grupo e invictas, sino que también demostraron fortaleza a pesar de un preocupante final de partido. La actuación colectiva tanto en defensa como en ataque, sumada al destacado regreso de María Conde tras su lesión, quien se convirtió en la mejor jugadora del partido con 15 puntos, fueron elementos clave para este éxito.
A pesar de llevar la delantera con una ventaja de +23 puntos en el último cuarto, España enfrentó momentos de tensión debido a una desconexión en el juego y una reacción fuerte por parte de Serbia, un equipo que hasta entonces también había mantenido un récord invicto en el torneo. Esta situación puso a prueba la resiliencia del equipo español, que al final logró contener el avance de las serbias, destacando un aspecto a mejorar de cara a futuros encuentros: la constancia y la intensidad durante todo el partido.
La estrategia defensiva de España, que logró neutralizar a las principales figuras del equipo serbio, tuvo un papel determinante en este triunfo. A pesar de los momentos de dificultad en el último cuarto, el balance general del encuentro fue positivo, demostrando que España, con su característica rapidez y verticalidad en el juego, continúa siendo un fuerte contendiente. La incorporación de María Conde y el potencial de formar una dupla destacada con Megan Gustafson alimentan las esperanzas de España en su camino a lograr altas metas en la competición.