En un movimiento diplomático de creciente tensión, el gobierno de España ha convocado a Dan Poraz, el encargado de negocios de la embajada israelí en España, en respuesta a los recientes ataques del Ejército israelí contra las posiciones de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL). Estos ataques resultaron en la herida de varios militares de la misión, si bien no se reportaron ciudadanos españoles entre los afectados. Esta reacción diplomática coloca a España en sintonía con Italia y Francia, países que previamente habían tomado medidas similares al convocar a los embajadores israelíes en sus respectivos territorios.
Fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores español compartieron con Diario de Actualidad su descontento, señalando los ataques como «injustificados» y criticando los recientes comentarios de Israel hacia España y sus ciudadanos. Debido a razones diplomáticas, España no ha convocado directamente al embajador israelí actual, Zvi Vapni, dado que está fuera del país desde que el gobierno de Pedro Sánchez reconoció oficialmente al estado palestino. La anterior embajadora israelí, Rodica Radian-Gordon, había concluido su mandato tiempo atrás.
Este conflicto escaló recientemente después de que, en tres días consecutivos, se reportaran incidentes protagonizados por las tropas israelíes contra la FINUL. Destacan los ataques contra un puesto de observación en Naqoura mediante un tanque israelí Merkava, resultando en heridas para dos cascos azules de Indonesia. Otro ataque similar ocasionó lesiones a dos soldados —presuntamente de Sri Lanka—, con al menos uno en estado grave, según la declaración del secretario general de la ONU, António Guterres. A pesar de estas tensiones, fuentes del Ministerio de Defensa español aseguran que todos los militares españoles desplegados en Líbano se encuentran en buen estado.
Además de las convocatorias diplomáticas, los gobiernos afectados exigen explicaciones y advierten de las posibles consecuencias legales de estas acciones. Guido Crosetto, ministro de Defensa italiano, enfatizó la gravedad de los ataques, sugiriendo que podrían constituir crímenes de guerra, debido a la violación de normativas internacionales sin justificación militar. Por otro lado, la presión de Israel hacia Irlanda para retirar su contingente de la misión revela una estrategia más amplia de Israel hacia la FINUL, según informa el Irish Times. Estas tensiones se intensifican con el desplazamiento de brigadas israelíes cerca de la base de la ONU en Naqoura, confirmado por imágenes satelitales analizadas por Bellingcat.
Este reciente capítulo en las relaciones entre España y Israel, así como con Italia y Francia, refleja una profunda preocupación por el respeto a los principios de derecho internacional y la seguridad de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU. La comunidad internacional aguarda respuestas y una posible desescalada de las tensiones, mientras evalúa el impacto de estos eventos en la ya compleja dinámica del Medio Oriente.