Máxima tensión se vivió este martes, 15 de abril, en «Espejo público» durante la Semana Santa, cuando Gema López y Miquel Valls, quienes sustituyen a Susanna Griso, tuvieron un acalorado enfrentamiento en directo. La discusión surgió al abordar la enfermedad de Mario Vargas Llosa, desencadenando una serie de reproches mutuos que culminaron con López sugiriendo a Valls que abandonase el plató, interpretación que tomó el copresentador.
El debate inició por las informaciones recientes sobre la larga enfermedad que Vargas Llosa padecía desde 2020. Valls defendió el derecho de la familia a gestionar esta información como considerase oportuno, lo que generó la respuesta de sus compañeras, quienes argumentaron que la familia había utilizado los medios para desmentir rumores, a veces alimentando aún más la especulación.
La tensión escaló cuando Pilar Vidal, colaboradora del programa, intervino para criticar a la familia del escritor acusándoles de desmentir informaciones verídicas sobre su salud. Esto provocó que Valls cuestionara la veracidad y la intencionalidad de las informaciones compartidas por Vidal, tensando aún más la atmósfera.
El hijo mayor de Mario Vargas Llosa fue mencionado por sus declaraciones cuidadosas y respetuosas hacia la prensa, lo que fue alabado por Valls en contraposición a la actitud crítica de sus compañeras, exacerbando el conflicto. La discusión se intensificó cuando Vidal y López acusaron a Valls de tener una actitud confrontativa y poco comprensiva con el dolor de la familia del novelista.
Finalmente, el enfrentamiento reflejó la división de opiniones respecto al manejo de información sensible y la ética periodística, dejando patente las dificultades de tratar temas de actualidad y personales con el debido respeto y cuidado. A pesar de las diferencias, el programa prometió continuar con el tema, mostrando que las tensiones en el debate público, especialmente en asuntos de gran sensibilidad, siguen siendo un reto para los medios de comunicación.
