La práctica de sacar sillas a la calle para ver las procesiones durante la Semana Santa es una costumbre muy arraigada en España. Sin embargo, su legalidad depende de las ordenanzas municipales establecidas por cada ayuntamiento.
Barcelona y Madrid:
En ciudades como Barcelona y Madrid, colocar sillas en la calzada se considera una ocupación de la vía pública y está sujeta a sanciones. En Barcelona, la multa puede ascender hasta 750€, mientras que en Madrid puede llegar a los 500€.
Sevilla:
En Sevilla, la Ordenanza Reguladora de la Ocupación de los espacios públicos del conjunto histórico de la ciudad establece restricciones en la ocupación de la vía pública con actividades y eventos efímeros. No obstante, esta normativa no se aplica durante la Semana Santa. En este período, las cofradías ocupan la vía pública con sillas para los desfiles procesionales, sujetándose a las ordenanzas fiscales y abonando una tasa por ocupación de la vía pública.
Zamora:
Zamora también remite a sus ordenanzas fiscales para regular el aprovechamiento de la vía pública durante las festividades.
Málaga:
En Málaga, la Ordenanza Reguladora de la Ocupación de la Vía Pública permite a la Autoridad Municipal establecer planes de carácter anual en referencia al aprovechamiento de la vía pública durante festividades o festejos tradicionales.
Cullera, Valencia:
En Cullera, Valencia, sacar las sillas a la calle para ver las procesiones está permitido, ya que se trata de una tradición histórica. Según el artículo 8 de su Ordenanza de Tráfico y Movilidad Urbana, los ciudadanos pueden ocupar parte de las aceras y, en vías públicas con aceras reducidas y escaso tráfico de vehículos y peatones, también parte de la calzada. Los vecinos que saquen sus sillas tienen preferencia sobre los demás peatones siempre que no representen ningún riesgo al bajar de las sillas, tanto por su estado como por la circulación de vehículos.
La legalidad de sacar sillas a la calle para ver las procesiones de Semana Santa depende de las regulaciones establecidas por los ayuntamientos locales en cada ciudad. Antes de llevar a cabo esta práctica, es recomendable informarse sobre las normativas y sanciones aplicables en cada localidad para evitar problemas legales y garantizar una celebración sin contratiempos.
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