En una noche repleta de emociones y talento, «La Voz» de Antena 3 elevó la competición a un nuevo nivel con el inicio de la fase de los «Asaltos», tras culminar la intensa «Gran Batalla» donde solo la mitad de los participantes de los equipos dirigidos por Antonio Orozco, Malú, Luis Fonsi, y Pablo López, lograron continuar en carrera. Este nuevo desafío arrancó en la velada del 1 de noviembre, marcando un hito en la temporada con Pablo López y Luis Fonsi al frente de esta etapa.
Durante los «Asaltos», se intensificó la presión tanto para los coaches como para los concursantes. Cada coach tenía la delicada tarea de salvar a solo un talent de su equipo, asegurándole así un lugar en la fase final en vivo del programa. Este mecanismo dejó al resto de seleccionados en una vulnerable «zona de peligro», expuestos al emocionante riesgo de ser «robados» por los demás coaches, añadiendo una capa adicional de estrategia y suspense.
Luis Fonsi compartió su perspectiva sobre este mecanismo, señalando que ser robado es en realidad un halago, «Cuando te roban, significa que hiciste algo bien». Esta fase contó con una novedad: una cuenta regresiva de cinco segundos que limitaba el tiempo de los coaches para tomar la decisión de robar un talento de otro equipo. Interesantemente, Pablo López, junto a su nueva asesora Vanesa Martín, decidió no utilizar su oportunidad de robo en esta primera instancia, esperando un momento más oportuno en la competencia.
La noche dejó momentos de alta tensión y sorpresas, como cuando Luis Fonsi, luego de asegurar a Alan un lugar en la fase final, vio cómo sus participantes eran codiciados por otros coaches. Antonio Orozco y Malú entraron en un divertido enfrentamiento por robar a Yael, una talentosa participante que finalmente se decantó por unirse al equipo de Malú, generando gran entusiasmo en la coach madrileña.
Además, la competición se intensificó con el primer uso del robo por parte de Pablo López al asegurar a Gara para su equipo, dejándolo expresar en tono de broma pero con sinceridad, «¡Me despellejaron!», reflejando el nivel de competencia y el valor que los coaches encuentran en cada voz.
En resumen, la fase de los «Asaltos» de «La Voz» evidenció no solo el extraordinario talento vocal de los participantes sino también la compleja estrategia y las emociones profundas que los coaches invierten en cada decisión, prometiendo una temporada de infarto en una de las competiciones de talentos más queridas de España.
