En la pujante industria de la televisión española, pocos nombres resuenan con el eco de éxito y versatilidad como el de Carolina Lapausa. Su destacado papel en «Sueños de libertad», la serie que capta la atención del público en la sobremesa de Antena 3 de lunes a viernes, ha servido no solo para cimentar su estatus como una de las actrices preeminentes del momento, sino también para poner de relieve una vida rica en pasiones y compromisos fuera del ámbito profesional.
De raíces madrileñas y nacida en los albores de los años ochenta, Lapausa indagó desde temprana edad en las artes, demostrando un fervor particular por la danza y la actuación. Esta inclinación la llevó a formarse tanto en el Conservatorio Profesional de Danza como en la RESAD, ampliando no solo su rango de habilidades sino también su percepción del arte en sus múltiples expresiones. La versatilidad de su talento ha quedado patente a través de su participación en proyectos que van desde la televisión hasta el cine, pasando por las tablas del teatro, destacándose en filmes como «Zipi y Zape y la isla del capitán», «La corona partida» y «Los europeos».
Sin embargo, la esencia de Lapausa trasciende lo profesional. Su vida personal destila una conexión genuina con el arte y la naturaleza, vínculo que se ve encarnado en su inseparable compañera de cuatro patas, Coco. La actriz ha hecho de su amor por los animales una bandera, promoviendo a través de sus redes sociales la conciencia sobre la importancia de no abandonar las mascotas, especialmente durante el verano.
Además, Carolina mantiene un compromiso activo con el medio ambiente, implementando en su vida diaria prácticas sostenibles como el reciclaje y la preferencia por el transporte público, en particular el tren. Su inquietud e iniciativa la han llevado también a explorar facetas del arte como el doblaje y la escritura de guiones, sin mencionar su papel como coach de interpretación, labores que reflejan el espíritu polifacético de esta actriz.
Es miembro activo de CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, reafirmando su compromiso con la representación y la equidad de género dentro de la industria. Este enfoque multifacético no solo dibuja el retrato de una actriz de profundas convicciones y talento excepcional, sino también el de una ciudadana comprometida con su entorno y la sociedad a la que pertenece.
Al observar a Carolina Lapausa en «Sueños de libertad», los espectadores ven mucho más que a una talentosa actriz; ven a una persona que vive de acuerdo con los principios que aboga, un modelo a seguir tanto dentro como fuera de la pantalla. Su carrera, lejos de ser una serie de roles desconectados, es una trama cohesiva tejida con los hilos de su propia vida, una donde el arte y la responsabilidad social se entrelazan de manera indisoluble.