El Nuevo Mandato Europeo y el Futuro de la Agricultura: Retos y Oportunidades
Con el eco aún resonante de las recientes protestas agrarias, el Parlamento Europeo inicia una nueva legislatura eminentemente marcada por la agenda agrícola. Meses han pasado desde las movilizaciones del campo, y aunque muchas de las demandas persisten en su urgencia, otras se han diluido con el tiempo. La nueva legislatura y el próximo mandato de la Comisión Europea se encuentran ante la responsabilidad de abordar asuntos pendientes, con un enfoque claro y sin demagogias. Es esencial reivindicar la importancia del sector primario sin ignorar otros elementos necesarios para una política agrícola equilibrada.
El inicio de la legislatura está marcado por la introducción del "Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UE", un documento que la Comisión Europea presentó en un intento de calmar las tensiones con el sector. Ursula Von Der Leyen, presidenta de la Comisión, ha lanzado este foro como una suerte de autoenmienda a su gestión previa. Este cambio de discurso refleja la necesidad de adaptación y propuesta de acción durante los próximos cinco años.
La agricultura europea enfrenta desafíos significativos, y el sector necesita acción inmediata. Se requiere garantizar no solo la financiación suficiente como señala el Diálogo Estratégico, sino también un marco normativo sólido y construido en diálogo permanente con los agricultores. El enfoque debe estar en asegurar una agricultura que sea económica y medioambientalmente sostenible. Christophe Hansen, candidato a Comisario de Agricultura, se prepara para exponer su visión en los Hearings del Parlamento Europeo, un momento clave para establecer su compromiso con un campo más sostenible.
Las expectativas sobre la Comisión Europea son elevadas. Se espera que aborde el complejo tema de las cláusulas espejo, evitando alimentar expectativas sin fundamento. Además, se enfrenta a una realidad comercial donde la balanza europea es positiva, reflejando la importancia de las importaciones para asegurar la productividad del sector. En este sentido, el cierre de mercados, propuesto por sectores más radicales, muestra un desconocimiento perjudicial para la agricultura europea.
El camino a seguir plantea numerosas preguntas cruciales: ¿Cómo asegurar fondos para la innovación agrícola? ¿Será posible simplificar los trámites para los agricultores? ¿Avanzará la Unión Europea en Nuevas Técnicas Genómicas? ¿Se conseguirá un mayor presupuesto para la PAC que priorice la agricultura familiar y frene el éxodo rural? Estas cuestiones deben abordarse con valentía y rigor.
En este inicio legislativo, el diálogo constructivo se presenta como la única vía para evitar los errores del pasado. Es momento de aunar esfuerzos entre OPA, Comisión, Consejo y Parlamento, para crear políticas agrícolas sólidas y efectivas. Es indispensable que todos los actores se comprometan a construir un futuro agrícola sostenible y competitivo en Europa.
Cristina Maestre Martín de Almagro
Diputada en el Parlamento Europeo
Miembro de la Comisión de Agricultura