En un mundo donde la longevidad se convierte en un objetivo cada vez más cercano a la realidad, en España se dibuja un impresionante panorama de centenarios, con más de 20.000 personas que celebran sus 100 años o más. Entre estos increíbles ejemplos, muchos destacan no solo por su edad, sino por la calidad de vida con la que viven. Es en esta búsqueda de secretos de una vida prolongada y plena donde brilla la figura del doctor Manuel de la Peña, un reconocido cardiólogo, académico y gurú de la longevidad, cuyo trabajo ha puesto a España en el mapa mundial de la esperanza de vida.
Uno de esos testimonios vivos de longevidad y vitalidad es Engraciano González, quien en julio pasado alcanzó los 110 años. Para él, esa fecha fue una celebración más que especial, pues afirma sentirse mejor que a los 60 años. La vitalidad que muestra Engraciano no es un simple caso aislado, sino que responde a un conjunto de costumbres saludables – su epigenética en acción – que incluyen una dieta equilibrada, caminatas diarias por su jardín y una actitud positiva frente a la vida. Además, mantiene su mente activa con crucigramas, dominó y bingo, demostrando que también la estimulación mental es clave en su longevidad.
Su salud física también refleja esa dedicación: mantiene una tensión arterial de 130/70, un colesterol total de 106 y un LDL colesterol de 54, cifras que le protegen frente a enfermedades cardiovasculares. La actitud optimista y la fe en Dios son otros componentes que, según su entorno, han fortalecido su bienestar integral. En su cumpleaños, el doctor de la Peña le regaló una maqueta de un avión de Iberia, en reconocimiento a sus 37 años como jefe de mantenimiento de la aerolínea. Engraciano, con gracia y humor, le pidió al médico que intercediera con el presidente de la compañía para seguir activo, pues su deseo es mantenerse en movimiento y colaborando siempre que pueda, a pesar de su jubilación.
Este relato de longevidad no solo revela la importancia de los hábitos saludables, sino también la influencia del entorno familiar y emocional. La familia de Engraciano, con su esposa histórica, hijos y nietos que hablan cinco idiomas, es un símbolo del legado de alegría y actividad que anima su día a día. Su hija, Maricarmen, a sus 72 años, mantiene la vitalidad heredada, con una presencia que parece mucho menor que su edad real.
Las historias como la de Engraciano son parte del trabajo del doctor Manuel de la Peña, quien ha dedicado años a investigar las claves que llevan a una vida larga y saludable. Sus estudios y entrevistas con centenarios han sido compilados en la exclusiva «Guía para vivir sanos 120 años», que ha ganado popularidad por ofrecer una visión profunda y accesible sobre cómo extender la longevidad de manera activa y plena.
De la Peña no solo es un reconocido especialista en salud y longevidad, sino también una figura internacional que ha llevado su investigación más allá de las fronteras. Con más de 235 entrevistas clínicas a personas que superaron los 100 años, ha identificado patrones y hábitos que parecen ser universales en quienes logran vivir más allá de los 110 años. Su trabajo ha puesto a España en un lugar destacado en el ranking mundial de países con mayor esperanza de vida, resaltando que la longevidad no solo es cuestión de genética, sino de un estilo de vida saludable, actitud positiva y apoyo emocional constante.
La existencia de ejemplos como Engraciano González y otros supercentenarios inspira a muchos a replantearse sus rutinas y a valorar la importancia de cuidar el cuerpo y la mente a lo largo del tiempo. La ciencia, respaldada por historias humanas llenas de energía y alegría, demuestra que vivir muchos años en buenas condiciones es posible, y que la felicidad y la salud van siempre de la mano.