Enfermeras y fisioterapeutas de Castilla-La Mancha se organizan para llevar a cabo una concentración el próximo jueves, 26 de junio, en la que reclamarán al Gobierno el fin de «15 años de pagas extraordinarias recortadas». Este movimiento, convocado por el Sindicato de Enfermería (Satse), surge tras el reciente anuncio de un nuevo recorte del 27 por ciento en las pagas extraordinarias que, según los profesionales, ha resultado en una pérdida aproximada de hasta 11.000 euros por cada uno de ellos a lo largo de estos años.
Cada pago recortado representa una disminución de 321 euros, en el caso de tener un trienio trabajado, y más de 366 euros si cuentan con 15 años de servicio. Con esta acción, los profesionales sanitarios buscan denunciar la falta de acciones por parte de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, a quienes acusan de ser unos ‘comepagas’.
Satse ha señalado que las concentraciones forman parte de una serie de protestas bajo el lema «de nuestra extra, que no se coman ni un euro», y su objetivo es presionar al Ejecutivo para que en la próxima Ley de Presupuestos Generales del Estado se contemple la recuperación total de las pagas extraordinarias.
El sindicato recuerda que en junio de 2010, el Gobierno implementó el recorte de las pagas extraordinarias como una medida temporal debido a la crisis económica, pero a pesar del paso de los años y la recuperación económica, los recortes se han mantenido. Además, denuncian que esta situación está vulnerando el Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud y el Estatuto Básico del Empleado Público, que estipulan que el sueldo base y los trienios de las pagas extras deben ser equivalentes a una paga mensual.
Los profesionales han evidenciado que estos recortes han llevado a una significativa pérdida de poder adquisitivo, cifrada en un 20 por ciento, lo que se suma a la creciente dificultad para cubrir el aumento del costo de vida en áreas como alimentación, vivienda y servicios básicos.
El sindicato también ha expresado su indignación al comparar la situación de las enfermeras y fisioterapeutas con el despilfarro de fondos públicos que se observa en otros ámbitos, como en el rescate de bancos y el pago de sobresueldos, sugiriendo que la falta de compromiso político para resolver este tema refleja una falta de consideración hacia quienes sostienen el sistema sanitario del país bajo condiciones laborales precarias y salarios mal reconocidos.