En un anticipado episodio del popular programa «El hormiguero», conducido por Pablo Motos en Antena 3, el plató recibió a un invitado político particularmente destacado, cuya presencia prometía generar titulares. Se trató de Emiliano García-Page, el presidente de Castilla-La Mancha y una figura dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) pública y abiertamente crítica hacia la gestión y figura de Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno de España.
Durante la entrevista, García-Page tuvo oportunidad de hablar sobre sus comienzos en la política, ligados estrechamente a sus raíces familiares, y cómo desde muy temprano en su vida desarrolló un profundo sentido del compromiso político. Sin embargo, el turno para las preguntas incisivas no tardó en llegar, focalizándose rápidamente en la posición crítica que el presidente de Castilla-La Mancha sostiene respecto al liderazgo de Sánchez al frente del PSOE y del ejecutivo español.
Pablo Motos no esquivó el elefante en la habitación y planteó a García-Page una de las críticas más recurrentes que recibe: el ser contrario a Sánchez «solo de boquilla». La respuesta de García-Page fue contundente, alegando que tales afirmaciones son parte de una estrategia del Partido Popular (PP) motivada, según él, por su propia frustración al no haber obtenido suficientes votos para gobernar. El político manchego enfatizó la importancia de la palabra en política y criticó la idea de que los diputados voten meramente siguiendo instrucciones de los jefes de fila regionales, considerando que ello contribuiría a fragmentar aún más la opinión nacional.
García-Page argumentó en favor de la cohesión dentro de las fuerzas políticas nacionales, rechazando la idea de un «reino de taifas» español. Subrayó su compromiso con las reglas democráticas, independientemente de encontrarse en minoría, y defendió la premisa de ser «demócrata antes que ser de izquierdas o derechas», lanzando un dardo a la dirección del partido encabezado por Alberto Núñez Feijóo.
Entre las revelaciones más destacadas de la noche y sus declaraciones, García-Page criticó lo que percibe como carencias en la coherencia política tanto del PP como del PSOE en distintos momentos históricos, especialmente en temas tan divisivos como la financiación de Cataluña y la unidad de España. La entrevista, que cubrió desde la trayectoria política personal de García-Page hasta sus perspectivas sobre la situación actual de España, dejó claro que su postura crítica hacia Pedro Sánchez no se debe subestimar ni interpretar como mera retórica.
La aparición de Emiliano García-Page en «El hormiguero» no sólo sirvió para dar a conocer mejor sus posicionamientos políticos al público general, sino que también se perfiló como un momento significativo de confrontación de ideas dentro del PSOE, reflejando la complejidad y los desafíos que enfrenta la política española actual.