El Papa Francisco se reunirá con los obispos españoles este martes 28 de noviembre para comunicarles los hallazgos de la visita a los seminarios realizada el año anterior, así como para abordar las consecuencias en medio de las investigaciones actuales sobre casos de abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia en España.
Desde el Vaticano se ha comunicado el pasado lunes que la salud del sumo pontífice ha experimentado una notable mejoría, descartando cualquier posibilidad de pulmonía. Con esta buena noticia, se espera que no haya impedimentos para que la planeada cita entre el Papa y los prelados españoles siga su curso conforme a lo previsto. Confirmaciones de la Conferencia Episcopal, obtenidas a través de Europa Press, aseguran que los preparativos para el encuentro continúan su marcha.
La convocatoria a la Santa Sede se da en un contexto particularmente delicado, tras la publicación del informe del Defensor del Pueblo sobre abusos sexuales a menores y poco antes de la entrega del informe solicitado por los obispos a la firma de abogados Cremades & Calvo Sotelo hace un año y medio. Este documento es crucial para esclarecer los casos y adoptar medidas al respecto.
Francisco César García Magán, secretario general de la Conferencia Episcopal, aclaró que la principal razón de la reunión es discutir sobre los resultados de la inspección a los seminarios hecha en el curso pasado, sin embargo, no se descarta que se toque el tema de los abusos sexuales.
García Magán señaló que no existe miedo ante el encuentro, aunque reconoció el carácter excepcional del mismo. Afirmó que el Papa ha convocado al episcopado para tratar el tema de los seminarios, pero otros asuntos podrían surgir en el transcurso de las conversaciones.
Si el asunto de los abusos sexuales viene a colación, los obispos están preparados para exponer el plan de reparación a víctimas que están diseñando, el cual incluirá compensaciones monetarias para las víctimas, ya sea que exista una sentencia judicial o no. García Magán explicó que el apoyo a las víctimas se considerará caso por caso y basándose en una «convicción moral» ante la evidencia de abuso sexual.
La iglesia española se aproxima a este encuentro en un momento de introspección y ajuste de cuentas con su pasado y presente, buscando maneras de propiciar justicia y reparación a las víctimas.