Encuentran a mujer de 80 años desaparecida en residencia de Cuenca sana y salva

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Una mujer de 80 años llamada Tomasa Marcilla, residente en el Hogar San José de Cuenca, desapareció el domingo por la tarde, pero ha sido encontrada sana y salva el día de hoy, informaron fuentes de la residencia a Europa Press.

La señora Marcilla fue hallada por los agentes medioambientales en el camino del Cementerio de la capital conquense, en buen estado de salud. Actualmente, se encuentra en la residencia después de pasar por un chequeo preventivo en un centro de urgencias.

Desde ayer por la tarde, un dispositivo de búsqueda formado por la Policía Nacional y Protección Civil se encontraba en busca de la residente, quien padece de Alzheimer y había sido vista por última vez a las 15:30 horas del domingo.

Este incidente ha generado gran preocupación tanto en la residencia como en la comunidad local. La desaparición de una persona mayor, y en especial si sufre de una enfermedad como el Alzheimer, requiere de una respuesta inmediata por parte de las autoridades y la colaboración de la comunidad para su pronta localización.

Afortunadamente, en este caso, la mujer fue encontrada en buen estado de salud y se espera que pueda regresar a su entorno seguro en la residencia Hogar San José. Sin embargo, este incidente también pone de relieve la necesidad de implementar medidas de seguridad adicionales en este tipo de establecimientos para prevenir futuras desapariciones.

Es fundamental que las residencias de ancianos cuenten con protocolos de seguridad y control de acceso efectivos, así como personal capacitado y alerta ante cualquier situación de riesgo. Además, es importante concienciar a los familiares y cuidadores sobre la importancia de mantener una vigilancia constante y tomar medidas preventivas adicionales para evitar que los residentes vulnerables se extravíen o sufran accidentes.

Esperamos que este incidente sirva como recordatorio de la importancia de la seguridad y el cuidado de nuestros mayores. La atención y el respeto a las personas de la tercera edad deben ser prioridad en nuestra sociedad, y velar por su bienestar es una responsabilidad que nos incumbe a todos.

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