El déficit conjunto de la Administración Central, la Seguridad Social y las comunidades autónomas, excluida la ayuda financiera, fue de 17.481 millones de euros en mayo, lo que representa un descenso del 17,2% en comparación con el año anterior y equivale al 1,24% del PIB. En el caso de Castilla-La Mancha, se registró un déficit de 302 millones de euros, equivalente al 0,61% del PIB.
Si se incluye el saldo de la ayuda a las instituciones financieras, el déficit se mantiene en el 1,24% del PIB, según los datos proporcionados por el Ministerio de Hacienda y Función Pública.
En cuanto al déficit solo del Estado, hasta junio se situó en 24.090 millones de euros, lo que supone una disminución del 6,6% en comparación con el mismo período del año anterior y equivale al 1,71% del PIB, frente al 1,94% en junio de 2022.
Esto se debe a un aumento de los ingresos no financieros del 7,9%, mientras que los gastos crecen a un ritmo del 5,2%.
El Ministerio de Hacienda destaca que esta tendencia a la baja en el déficit del Estado se debe a la reactivación económica y la creación de empleo.
Por otro lado, las comunidades autónomas registraron un déficit de 6.193 millones de euros a finales de mayo de 2023, lo que representa un aumento del 131,6% y equivale al 0,44% del PIB, frente al 0,20% en el mismo período del año anterior. Esto se debe a un aumento de los gastos del 9,2%, mientras que los ingresos crecen a un ritmo del 5,1%.
Los impuestos de las comunidades aumentaron un 8,4%, especialmente los tributos sobre la producción y las importaciones, que alcanzaron los 7.584 millones, mientras que los ingresos por impuestos sobre la renta y el patrimonio aumentaron un 12,7% hasta alcanzar un total de 24.017 millones. Los ingresos por impuestos sobre el capital ascendieron a 1.276 millones de euros.
En cuanto a la Seguridad Social, registró un déficit de 848 millones de euros hasta mayo de 2023, frente a los 1.139 millones de déficit en el mismo período de 2022. En términos de PIB, el déficit de la Seguridad Social se sitúa en el 0,06%, en comparación con el 0,09% del año anterior.
Este comportamiento se debe a un crecimiento de los ingresos del 9%, destacando el buen desempeño de las cotizaciones con un crecimiento sólido del 10%, frente al aumento de los gastos en un 8,5%.
En cuanto a los ingresos del Estado, se situaron en 122.192 millones, un 7,9% más que en el mismo período de 2022. Los impuestos alcanzaron los 101.692 millones, que representan el 83,2% del total de los ingresos y aumentaron un 5,5% en comparación con junio de 2022.
Destacan los impuestos sobre la producción y las importaciones, que aumentaron un 2,3%, y los nuevos impuestos introducidos en 2023, como el Impuesto Especial sobre Envases de Plástico No Reutilizables, el Gravamen Temporal Energético y el Gravamen Temporal de Entidades de Crédito y Establecimientos Financieros de Crédito, con un importe conjunto de 1.685 millones.
Por otro lado, los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio ascendieron a 38.602 millones, un 11,3% más que en el primer semestre de 2022. Esto se debe al aumento de los ingresos por el Impuesto sobre Sociedades en un 14,4%, hasta llegar a los 11.304 millones, debido al aumento de la recaudación del primer pago fraccionado. El IRPF aumentó un 6,1% y el Impuesto sobre la Renta de No Residentes aumentó un 32,2%.
En cuanto a los gastos del Estado, se situaron en 146.282 millones, un 5,2% más que en los seis primeros meses de 2022. La partida más importante son las transferencias entre administraciones públicas, que representan el 62,3% de los gastos no financieros totales. En el primer semestre del año, estas transferencias ascendieron a 91.089 millones, un 9,5% más que el año anterior. Destaca la dotación adicional de 1.666 millones destinada a las comunidades autónomas y entidades locales para compensar el saldo global negativo de la liquidación de 2020.
En conclusión, el déficit conjunto de la Administración Central, la Seguridad Social y las comunidades autónomas ha disminuido, aunque las comunidades autónomas han experimentado un aumento en su déficit. Los ingresos del Estado han aumentado, especialmente los impuestos, mientras que los gastos también han aumentado, principalmente debido a las transferencias entre administraciones públicas. El buen desempeño de la economía y la creación de empleo han contribuido a la reducción del déficit del Estado.
