En una pequeña agencia de viajes de Hamtrack, localidad del área metropolitana de Detroit conocida por su densa población árabe, Mohammed Gamesh comparte su incredulidad y enfado tras recibir propaganda electoral que promovía a la candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, como parte de un «equipo pro Israel en el que podemos confiar». Esta representación, adornada con los colores de la bandera de Israel, ha sorprendido y ofendido a Gamesh, quien acusa a los demócratas de doble discurso, prometiendo cambios en Oriente Medio mientras envían mensajes contradictorios a otros votantes.
Dicho esto, la comunidad musulmana de Michigan, particularmente concentrada en el gran Detroit, se siente atrapada entre dos opciones políticas que, según ellos, no abordan adecuadamente la complejidad de la política exterior estadounidense ni el derramamiento de sangre en Oriente Medio. A pesar de que políticamente esta comunidad ha tendido a apoyar a los demócratas, este año hay un palpable descontento, influenciado en gran medida por la guerra de Gaza y el apoyo incondicional de ambos partidos políticos a Israel.
Los 200,000 votantes musulmanes registrados en Michigan y los 300,000 con ancestros de Oriente Medio y el norte de África podrían jugar un papel crucial en las elecciones, dada la estrecha margen de victoria en elecciones pasadas y la importancia del estado en el colegio electoral. Ciertos sondeos indican un descenso dramático en el apoyo musulmán al partido demócrata, con un notable porcentaje inclinándose incluso por la reelección de Trump, a quien consideran más afín en cuestiones de valores familiares y críticas hacia la agenda demócrata en educación y políticas LGTB.
La reciente visita de Trump a Hamtrack y el apoyo expresado por Amer Ghalib, alcalde demócrata musulmán de la localidad, subrayan un inesperado giro en el apoyo político entre esta comunidad, tradicionalmente demócrata. A lo largo de Hamtrack y Dearborn, visible es el conservadurismo y la firmeza en cuestiones de valores y política exterior, aspectos que están llevando a algunos miembros de la comunidad a reconsiderar sus opciones políticas.
El conflicto en Oriente Medio, especialmente en Gaza, se menciona como la mayor preocupación entre los árabe americanos de Michigan, por encima de temas como la salud, educación, empleo y economía. Algunos optan por la abstención o el voto por opciones minoritarias, como la candidata verde Jill Stein, viendo en ella una alternativa viable que podría impactar significativamente el resultado electoral en Michigan.
En un momento de creciente polarización política y social en Estados Unidos, el descontento y la incertidumbre dominan el sentir de la población musulmana árabe americana de Michigan, una comunidad crucial que busca una representación genuina y políticas que reflejen sus preocupaciones y valores en el escenario nacional e internacional.
