Villanueva de Alcorón, Alto Tajo.
En pleno corazón del Alto Tajo, una zona de gran riqueza natural pero afectada por la despoblación, una pareja ha decidido apostar por el emprendimiento como vía para revitalizar su pueblo y demostrar que sí es posible labrarse un futuro en el mundo rural.
Tras muchos trámites y dificultades, acaban de recibir la ansiada licencia de obra para dar forma a su proyecto empresarial, que nace de la ilusión, el esfuerzo y el compromiso por aportar valor a su entorno. «No somos grandes empresarios, solo una pareja con ganas de aportar nuestro granito de arena», aseguran, conscientes de los retos que implica emprender en una zona despoblada.
El desafío de emprender donde pocos se atreven
Villanueva de Alcorón, como tantas otras localidades del Alto Tajo, conoce bien el drama de la despoblación. La falta de oportunidades, los servicios limitados y el éxodo constante de vecinos hacen que atreverse a emprender en estos territorios sea una decisión valiente. Sin embargo, iniciativas como la de esta pareja pueden marcar la diferencia y convertirse en ejemplo para otras personas que se planteen volver, quedarse o incluso apostar por el campo como opción de vida y desarrollo.
«Emprender en una zona despoblada no es fácil y pocos se atreven, pero si se transmite que es posible, puede que consigamos ganar esta batalla», comentan en su testimonio, que busca no solo dar a conocer su historia, sino también crear conciencia y animar a otros a dar el paso.
Un proyecto para el desarrollo y el arraigo
Lejos de buscar únicamente el beneficio económico, la pareja está convencida de que su iniciativa tendrá un impacto positivo en la economía local y en el tejido social de Villanueva de Alcorón. «Este proyecto no solo contribuirá al desarrollo económico del pueblo, sino que también fortalecerá el tejido social y fomentará el arraigo de los habitantes al territorio», destacan.
En estos momentos, tras superar los peores trámites burocráticos, esperan comenzar pronto la construcción de su negocio en el solar de la antigua gasolinera del pueblo, un símbolo de tiempos mejores que ahora aspira a renacer con una nueva función y espíritu renovado.
Visibilidad, comunicación y ejemplo
La pareja insiste en la importancia de comunicar y dar visibilidad a historias como la suya. «Queremos que se sepa que es posible emprender en el mundo rural y que otras personas vean que merece la pena intentarlo», explican. Por eso han contactado con distintos medios y ofrecen su experiencia y material gráfico (fotos personales, de la antigua gasolinera y del pueblo) para que la sociedad conozca la realidad y el potencial del Alto Tajo.
A pesar de que reconocen que todavía queda camino por recorrer y que el proyecto no está «todo ganado», transmiten optimismo y ganas de seguir luchando: «Esperamos que nuestra historia sirva de inspiración para quienes están pensando en apostar por el mundo rural».
El Alto Tajo, un territorio lleno de oportunidades
Casos como el de Villanueva de Alcorón demuestran que, con iniciativa, esfuerzo y algo de apoyo institucional, es posible revertir la despoblación y construir un futuro esperanzador en zonas olvidadas. El Alto Tajo, con su riqueza natural y humana, es un territorio con grandes oportunidades para quienes estén dispuestos a apostar por él.
¿Quién será el próximo en atreverse a emprender?
