En un inesperado giro de eventos, la reaparición de Julián Muñoz, exalcalde de Marbella, en la televisión se convirtió en motivo de polémica y desconcierto durante la tarde del sábado 14 de septiembre. El programa de Telecinco, Fiesta, destinado a ser un espacio de conversación y confesiones de celebridades, se vio interrumpido para mostrar las imágenes del encuentro entre Muñoz y la reportera Lucía Fernández en Marbella.
Fernández compartía con Emma García, presentadora del programa, cómo Muñoz había mostrado una actitud distante y presumiblemente ofensiva hacia ellos. Los colaboradores del programa señalaban que el gesto de Muñoz podría interpretarse como una peineta hacia la cámara, lo cual fue confirmado por la reportera. “Ha estado constantemente con el dedo hacia nosotros y hacia la cámara. Me extraña porque siempre hemos sido educados con él”, explicó Fernández.
El programa intentó inicialmente dar el beneficio de la duda al exalcalde, sugiriendo que podría tratarse de un malentendido o incluso un problema físico con su dedo. Sin embargo, tras revisar las imágenes más detalladamente, Emma García confirmó la intención ofensiva del gesto. “Ah, pues sí, clarísimo. Ha hecho una peineta, pero una señora peineta”, exclamó sorprendida tras visualizar el momento exacto del gesto.
Este episodio se produce después de que Muñoz participara en el programa ¡De viernes!, donde habló abiertamente sobre su familia y los episodios más polémicos de su vida. La reacción de Muñoz en Fiesta sorprendió especialmente considerando el tono conciliatorio y reflexivo de su intervención el día anterior.
La actitud de Julián Muñoz ha suscitado una oleada de comentarios y críticas en las redes sociales, así como una seria reflexión sobre la relación entre personalidades públicas y los medios de comunicación. Este incidente ha servido como recordatorio de la complejidad y, en ocasiones, la volatilidad que caracteriza al mundo del entretenimiento y la política en España. La línea entre el derecho a la privacidad y la exposición pública continúa siendo un tema de debate intenso, especialmente para figuras que, como Muñoz, han ocupado cargos públicos y han estado en el ojo del huracán mediático.