Kiko Jiménez y Sofía Suescun protagonizan una controversia en redes por la reforma de un dormitorio que ha terminado saltando a la palestra televisiva, con un episodio que captó la atención de la audiencia de «Fiesta», el espacio conducido por Emma García en Telecinco. La tensión en el plató fue palpable cuando García notó la actitud seria y pensativa de Jiménez, muy alejada de su comportamiento habitual. Pese a los intentos del colaborador por mostrarse indiferente, la insistencia de la presentadora por entender la razón detrás de su actitud defensiva condujo al descubrimiento de la raíz del problema.
En un inicio, Jiménez trató de evadir el tema, pero finalmente se vio obligado a revelar que la reforma del dormitorio, que previamente pertenecía a Maite Galdeano, no era más que el resultado de una campaña publicitaria para una marca de muebles en colaboración con Sofía Suescun. Lo que comenzó como una estrategia de marketing se convirtió en un motivo de controversia cuando el programa optó por presentar la historia de una forma que Jiménez consideró «tendenciosa», creando así un malentendido con la audiencia y los presentes en el plató.
La respuesta de Emma García ante esta revelación no se hizo esperar. Visiblemente molesta por la falta de sinceridad desde el principio y la actitud defensiva de Jiménez, la presentadora reprochó al colaborador por no haber compartido la información adecuadamente, argumentando que su abordaje desde el cariño fue respondido con una barrera innecesaria. El tenso intercambio culminó con aplausos del público, reflejando el apoyo a García por su esfuerzo por mantener una comunicación clara y directa en su programa.
Esta situación evidencia cómo las dinámicas de las redes sociales y las campañas publicitarias, cuando no son comunicadas con transparencia, pueden trasladarse y magnificarse en contextos televisivos, afectando las relaciones entre presentadores, colaboradores y la audiencia. La demanda de Emma García por una comunicación más sincera y directa subraya la importancia de la honestidad en el medio, especialmente en una era donde los contenidos publicitarios y personales a menudo se entrelazan en las plataformas digitales.