En un episodio lleno de sorpresas y confesiones íntimas en el programa «Fiesta» de Telecinco, conducido por Emma García, la tarde del domingo 19 de mayo se vio marcada por la revelación de una historia personal que dejó a más de uno sin palabras. La noticia que inicialmente capturó la atención de la audiencia fue el misterio de un valioso objeto perdido por Tamara Falcó, que según informes, se encuentra resguardado en una caja fuerte. Durante la discusión, se especuló que entre los bienes perdidos podría encontrarse el anillo de compromiso de la hija de Isabel Preysler, añadiendo un toque de intriga al asunto.
Sin embargo, fue la intervención del colaborador Pipi Estrada la que se llevó todos los reflectores cuando decidió compartir una anécdota personal nunca antes contada públicamente. Estrada narró cómo en 1994, mientras se encontraba en Estados Unidos cubriendo el Mundial de Fútbol junto a su entonces esposa Teresa Viera, perdió el anillo de matrimonio que había adquirido en 1978. Después de un paseo nocturno que lo llevó a un lugar de ambiente dudoso, se dio cuenta de que tanto el anillo como la cadena donde lo llevaba colgado habían desaparecido. Al regresar al hotel, la realidad de su pérdida lo golpeó con fuerza.
La revelación provocó risas y expresiones de asombro, tanto entre los colaboradores como en la audiencia. Estrada, con una mezcla de humor y vergüenza, explicó cómo tuvo que acudir a un amigo joyero a la mañana siguiente para reemplazar el anillo perdido, asegurando que había dormido vestido esa noche para ocultar la ausencia de la cadena en su cuello.
El equipo de «Fiesta», así como los espectadores, escucharon la historia de Estrada, que concluyó con la confesión de que nunca había tenido el valor de contarla hasta ese momento, sugiriendo que el paso del tiempo lo ha hecho más audaz para compartir esos episodios personales.
Emma García, visiblemente sorprendida por la sinceridad del colaborador, intentó cambiar rápidamente de tema después de preguntarle si su exesposa estaba al tanto de esta historia, a lo que Estrada sentenció que era la primera vez que la relataba en público.
Este episodio en «Fiesta» no solo puso de manifiesto la habilidad del programa para entrelazar noticias de relevancia social con historias personales de sus colaboradores, sino que también demostró la capacidad del formato para generar momentos de auténtica humanidad y cercanía con su audiencia.