En un giro de eventos alarmantes para la aviación comercial de Corea del Sur, un vuelo de Jeju Air fue compelido a retornar a su aeropuerto de origen poco tiempo después de haber despegado, a causa de problemas con el tren de aterrizaje. Este incidente ocurre un día después de que otro avión de la misma aerolínea resultara involucrado en un trágico accidente aéreo en Muan, el cual se saldó con un devastador saldo de 179 personas fallecidas.
El vuelo 7C101 de Jeju Air, que se dirigía desde el Aeropuerto Internacional de Gimpo hacia la isla de Jeju, al sur de Corea del Sur, detectó anomalías en su mecanismo de aterrizaje apenas iniciada su travesía aérea el lunes por la mañana. La situación obligó a los responsables a informar a los 161 pasajeros a bordo sobre la contingencia y a tomar la decisión de regresar al aeropuerto Gimpo para una revisión exhaustiva. Aterrizando sin mayores complicaciones a las 7:25, el fallo mecánico evocó temores recientes de seguridad aérea, considerando la tragedia que afectó a un avión similar de la compañía el día anterior.
Jeju Air, que opera principalmente vuelos de bajo costo y tiene en su flota 39 aeronaves Boeing B737-800 de un total de 41, anunció su intención de reanudar las operaciones lo antes posible, tras sustituir el avión afectado por otro del mismo modelo. A pesar de la tranquilidad que buscaban transmitir, la confianza de los pasajeros se vio notablemente afectada, resultando en que 21 de ellos optaran por no embarcar en la aeronave de reemplazo, invocando preocupaciones de ansiedad después de ser notificados sobre el problema mecánico.
Este acontecimiento sucede en el contexto de uno de los peores siniestros de la aviación civil en Corea del Sur. El vuelo 7C2216 de Jeju Air, procedente de Bangkok, Tailandia, se estrelló tras aterrizar y salirse de pista en el aeropuerto de Muan, provocando la muerte de 179 personas. El aparato, que también era un Boeing 737-800, aterrizó sin activar el tren de aterrizaje ni los mecanismos de frenado, lo que plantea preguntas urgentes sobre la seguridad de estos módulos y la necesidad de revisar los protocolos y mecanismos de emergencia.
Las autoridades han iniciado una investigación exhaustiva sobre las causas que rodean ambos incidentes, con especial atención en los posibles fallos mecánicos que podrían haber contribuido a la magnitud de la tragedia en Muan. Este suceso refuerza la importancia de la implementación de medidas de seguridad más rigurosas y la revisión constante del estado de las aeronaves para prevenir futuros accidentes. La seguridad de los pasajeros permanece como la máxima prioridad para la industria aérea, la cual se encuentra ahora bajo escrutinio público y regulador tras estos lamentables sucesos.